Las cuentas de AMD correspondientes al tercer trimestre de 2022 muestran que durante los últimos tres meses la compañía generó unos ingresos brutos de 5.565 millones de dólares, lo que supone una sana mejora del 29 % con respecto al mismo periodo de 2021. Sin embargo, los costes de operaciones se han multiplicado un 113 % con un margen de beneficios casi inalterado, y el resultado es desolador: una reducción de beneficios del 93 %.
Hechas las cuentas, AMD solo ganó 66 millones de dólares entre julio, agosto y septiembre. La cifra es minúscula si se compara con los 932 millones limpios que obtuvo durante el tercer trimestre de 2021.
Esta situación podría haberse tornado fácilmente en pérdidas, pero las saludables ventas de hardware para consolas y centros de datos han servido de colchón. Según indica AMD en su informe, la corrección del mercado PC y las "acciones de reducción de inventario" han tenido un impacto importante en sus exangües beneficios, pero por fortuna las ventas del departamento gaming crecieron un 14 % año a año, en gran medida gracias a los trabajos de hardware semipersonalizado (otra forma de decir consolas y máquinas tipo Steam Deck, puesto que AMD afirma que las tarjetas están generando menos ingresos). Asimismo, su división de centros de datos sigue boyante, con un alza interanual del 45 %.
Como avanzábamos hace unos meses, AMD va a tener unos meses muy difíciles por delante. El boom inicial del teletrabajo ha comenzado a remitir al mismo tiempo que aumenta la incertidumbre económica, todo ello al tiempo que la compañía ultima el lanzamiento de una nueva generación de procesadores y tarjetas gráficas. Mañana mismo la compañía celebrará un evento especial para dar a conocer la próxima generación de GPU Radeon basadas en RDNA3, y la siguiente semana conoceremos nuevos procesadores basados en la última revisión de Zen.