Este retraso implica que el hardware de este móvil de corte lúdico viene con un hardware que ya no es tan puntero, aunque dista de ser poco competitivo. Concretamente, posee un chipset Snapdragon 888 en lugar del más reciente Snapdragon 8 Gen1 (aunque al parecer goza de un sistema de refrigeración pasivo mejorado), y la memoria RAM toca techo en los 12 GB. La pantalla es interesante, con una tasa de refresco de 144 Hz y digitalización táctil a 720 Hz.
Pantalla: AMOLED 6,67 pulgadas 2400 x 1080, 144 Hz
Procesador: Qualcomm Snapdragon 888
Memoria: 8/12 GB LPDDR5
Almacenamiento: 128/256 GB UFS 3.1
Cámara trasera
Principal: 64 MP, f/1,79
Ultra gran angular: 8 MP, FOV de 120 grados y f/2,2
Macro: 5 MP, f/2,4
Cámara frontal: 20 MP, f/2,45
Batería: 4.500 mAh con carga rápida (120 W)
Dimensiones y peso: 163,83 x 76,35 x 9,9 mm y 220 gramos
Otros: JOYUI 12.5, 5G, 802.11a/b/g/n/ac/ax, Bluetooth 5.0, conector de 3,5 mm, USB-C, lector dactilar en pantalla
A diferencia de RedMagic con su último teléfono, Black Shark integra la cámara delantera en la pantalla, lo cual podría suponer un pequeño estorbo. Es en los controles donde puede tener cierta ventaja, puesto que en lugar de integrar gatillos táctiles por ultrasonidos o cualquier otra tecnología sin activación mecánica, el Black Shark 4 Pro monta un par de gatillos físicos que se extraen y recogen usando un mecanismo magnético.
Por último, podemos señalar que el Black Shark 4 Pro posee carga rápida a 120 W para su batería de dos celdas, con una capacidad de 2.250 mAh cada una. El sistema operativo posee las típicas modificaciones que exigen los teléfonos gaming para personalizar controles y mejorar el rendimiento, pero debería ser bastante familiar, puesto que JOYUI 12.5 no deja de ser una derivación de MIUI 12.5, y es que Black Shark mantiene una muy estrecha relación con Xiaomi.
Ya disponible vía web y a través de Amazon (el producto debería aparecer a lo largo del día si no está ya), el Black Shark 4 Pro tiene las siguientes tarifas: