Según la nota de prensa publicada por la Comisión Europea, la pandemia "aceleró un cambio al teletrabajo así como una transición de los negocios hacia la nube y la adopción de software para comunicación y colaboración", un mercado donde Microsoft se encuentra atrincherada a través de Office. "La Comisión está preocupada por que Microsoft puede estar abusando y defendiendo su posición en el mercado del software de productividad restringiendo la competencia de los productos de comunicación y colaboración en el Área Económica Europea".
Las sospechas de la Comisión recuerdan muchísimo a su antigua opinión sobre integrar el navegador Internet Explorer como única opción de serie en Windows, señalando que estas prácticas pueden constituir un "bundling" anticompetitivo, evitando proporcionar a los clientes "la elección de incluir o no incluir acceso a ese producto cuando se suscriben a sus suites de productividad [...] y puede haber limitad la interoperabilidad entre sus suites de producción y productos de la competencia".
A partir de ahora le corresponde a la Comisión realizar las pesquisas necesarias para comprobar si las acusaciones son correctas. Un alegato que no sale de la nada, y es que (parece importante señalarlo), la investigación tiene lugar porque Slack, la aplicación de mensajería colaborativa rival de Teams, presentó en 2020 una queja oficial contra Microsoft por incluirlo "ilegalmente" en sus paquetes ofimáticos.