A raíz de una denuncia de Spotify y Deezer contra Apple, a la que en 2019 acusaron de abusar de su posición dominante para beneficiar a Apple Music en su plataforma, la Comisión Europea puso en marcha una investigación antimonopolio. Un lustro después y como resultado de esas pesquisas, Europa se dispone a multar a Apple con 500 millones de euros, según avanza Financial Times por cinco fuentes que conocen de primera mano la investigación.
La multa, que será la primera antimonopolio que Europa impone a Apple, se debería anunciar a principios de marzo y pondrá fin a una investigación que demostrará que Apple usó su propia plataforma para beneficiar a sus servicios sobre los de la competencia. No solo se trata de los servicios de streaming de música. Cuando Europa anunció su investigación también se hizo eco de una queja de Rakuten, que lamentaba los límites que ponía Apple en la forma que los desarrolladores podían informar a los usuarios acerca de la posibilidad de comprar contenidos (como ebooks) fuera de las propias aplicaciones, para así asegurarse su comisión.
Según Financial Times, la Comisión resolverá que las acciones de Apple son ilegales y van en contra de la normativa comunitaria, así que además de una multa le dirá a la tecnológica que debe permitir que los desarrolladores de aplicaciones puedan conducir a sus usuarios a la web para encontrar alternativas más económicas. Gracias a la presión regulatoria de Japón, Apple hizo este cambio en 2022. Desde entonces los usuarios de las apps de “lectura” (como Netflix, Kobo o Spotify) pueden iniciar sesión con cuenta creada fuera de la app para ver en su dispositivo contenido al que se han suscrito o adquirido previamente.
La denuncia de Spotify y Deezer iba dirigida principalmente sobre la comisión del 30 % de la App Store, pero la Comisión prefirió centrarse en la política que tenía Apple de impedir que los desarrolladores pudieran conducir a sus usuarios a comprar contenidos vía web.
A pesar de que 500 millones de euros pueden parecer muchos incluso para Apple, Europa contempla multas de hasta el 10 % de la facturación global anual de una compañía, que en este caso supondría una sanción cercana a los 40.000 millones de euros. A falta de que la multa de la Comisión sea oficial, el mayor correctivo que Apple ha recibido en viejo continente proviene de las autoridades francesas, que la castigaron por su comportamiento anticompetitivo con 1.100 millones de euros que bajaron a 372 millones de euros tras la apelación. Seguramente Apple también recurrirá la sanción de la Comisión cuando sea formalmente notificada.
La multa, que será la primera antimonopolio que Europa impone a Apple, se debería anunciar a principios de marzo y pondrá fin a una investigación que demostrará que Apple usó su propia plataforma para beneficiar a sus servicios sobre los de la competencia. No solo se trata de los servicios de streaming de música. Cuando Europa anunció su investigación también se hizo eco de una queja de Rakuten, que lamentaba los límites que ponía Apple en la forma que los desarrolladores podían informar a los usuarios acerca de la posibilidad de comprar contenidos (como ebooks) fuera de las propias aplicaciones, para así asegurarse su comisión.
Según Financial Times, la Comisión resolverá que las acciones de Apple son ilegales y van en contra de la normativa comunitaria, así que además de una multa le dirá a la tecnológica que debe permitir que los desarrolladores de aplicaciones puedan conducir a sus usuarios a la web para encontrar alternativas más económicas. Gracias a la presión regulatoria de Japón, Apple hizo este cambio en 2022. Desde entonces los usuarios de las apps de “lectura” (como Netflix, Kobo o Spotify) pueden iniciar sesión con cuenta creada fuera de la app para ver en su dispositivo contenido al que se han suscrito o adquirido previamente.
La denuncia de Spotify y Deezer iba dirigida principalmente sobre la comisión del 30 % de la App Store, pero la Comisión prefirió centrarse en la política que tenía Apple de impedir que los desarrolladores pudieran conducir a sus usuarios a comprar contenidos vía web.
A pesar de que 500 millones de euros pueden parecer muchos incluso para Apple, Europa contempla multas de hasta el 10 % de la facturación global anual de una compañía, que en este caso supondría una sanción cercana a los 40.000 millones de euros. A falta de que la multa de la Comisión sea oficial, el mayor correctivo que Apple ha recibido en viejo continente proviene de las autoridades francesas, que la castigaron por su comportamiento anticompetitivo con 1.100 millones de euros que bajaron a 372 millones de euros tras la apelación. Seguramente Apple también recurrirá la sanción de la Comisión cuando sea formalmente notificada.
Porque si sancionan pero sigue igual de poco servirá.
Sí, Apple es muy así...
El problema no es tanto que Apple siga con las prácticas, que es un problemón, si no que la propia UE dentro de su normativa no tiene ninguna que evite o limite lo que las empresas pueden hacer en sus inicios para evitar estas situaciones.
Si no se evita que crezcan con esas prácticas no tiene ningún sentido que se les llame la atención cuando ya son demasiado grandes.