El suceso abrió todos los telediarios, no en escasa medida porque la pandemia del coronavirus era todavía un suceso relativamente reciente y el MWC era el primer gran evento europeo que se cancelaba por los riesgos que entrañaba para la seguridad pública la asistencia de cientos de miles de personas llegadas desde todo el mundo. Inicialmente la organización trató de hacer frente a los temores anunciando protocolos de higiene, pero la espantada fue tal que no tuvo otro remedio que anunciar la cancelación del evento.
De acuerdo con las palabras de Hoffman, "si por la opinión de científicos, políticos o incluso por razones legales" no es posible celebrar el congreso en la primera semana de marzo, se buscará una nueva fecha dentro del mismo año. Las perspectivas iniciales son sin embargo positivas, puesto que Hoffman asegura que ya se ha reservado el 80 % del espacio de la feria de Barcelona para la próxima edición y conseguido que el 75 % de las principales firmas de la industria (sin dar nombres concretos) confirmen su asistencia al evento.
El regreso de las compañías ha sido posible gracias en parte a las medidas adoptadas por la GSMA, que se comprometió a devolver el importe de las entradas a los asistentes y proporcionó descuentos a las empresas que tenían reservados espacios de exposición. Según informa La Vanguardia, la organización también congelará las tarifas, manteniendo los precios del año 2019 como aliciente.