Si hemos de hablar de prestaciones, Intel proporciona algunas cifras de interés. Según el fabricante, dependiendo del modelo se puede obtener una mejora de rendimiento del 36 % en manipulación fotográfica y del 32 % en vídeo, y hasta un 100 % en renderizado multiframe. Habrá que ver el desglose por chips, porque estos datos se obtienen comparando el nuevo i9-12900K frente al saliente i9-11900K, que no son procesadores precisamente baratos.
La familia Alder Lake se distingue por combinar nuevos núcleos de alto rendimiento (P, de Performance) y de alta eficiencia (E, de Efficency), lo que a su vez ha dado pie a la creación de varios modelos heterogéneos, con un mayor número de cores de un tipo de que otro, así como un procesamiento multihilo dispar.
Por ejemplo, el nuevo i5-12600KF, a la sazón el más básico (con un requisito de energía de 125-150 W), posee 6 núcleos "fuertes" y 4 eficientes, pero el número de hilos de procesamiento es de 16. En el extremo opuesto, el simétrico i9-12900K hace uso de una configuración 8+8 con 24 hilos.
Hablando precisamente del Core i9-12900K/KF, Intel asegura que nos encontramos ante el mejor procesador gaming del mercado. Son palabras mayores, aunque no una aseveración totalmente nueva si consideramos que la compañía lleva usando descripciones parecidas desde la introducción de los primeros i9. Desde la firma se indica un rendimiento superior al 25 % con respecto a los valores obtenidos por el modelo de generación anterior.
Si nos fijamos en la gama completa, hay algunas peculiaridades. Por ejemplo, Intel ya no usa el valor TDP para reflejar los requisitos de energía, sino que habla de vataje en modos Turbo y Base. Otro punto interesante es que todos los modelos anunciados poseen versiones KF, sin gráficos integrados y un poco más económicas. También son destacables las optimizaciones en packaging y arquitectura para overclocking, facilitando extraer un mayor rendimiento con menor riesgo.
Por último, hemos de señalar que el cambio de procesador implica un cambio de placa base, concretamente a algún modelo basado en el chipset Z690 y el zócalo LGA 1700. Las nuevas placas incorporarán soporte para Wi-Fi 6E y USB 3.2 Gen 2x2, que mejora considerablemente la velocidad de transferencia, aunque las características estrella será sin duda la compatibilidad con PCIe 5 y memorias DDR5.
De acuerdo con Intel, los nuevos procesadores ya están disponibles su reserva y estarán disponibles comercialmente a partir del 4 de noviembre.