Tras una pandemia que ha sido una auténtica bicoca para los fabricantes de procesadores, era inevitable que llegara un doloroso ajuste. Intel ya ha iniciado el suyo, y en su último informe financiero ha declarado que sus ingresos trimestrales se redujeron un 22 % con respecto al mismo periodo del año pasado, mientras que los beneficios cayeron nada más y nada menos que un 109 %, generando pérdidas por primera vez en décadas.
En total, Intel registró unas ventas de 15.300 millones de dólares durante el segundo trimestre de 2022. Hechos los descuentos correspondientes, la compañía se quedó con un beneficio negativo de 500 millones de dólares, consecuencia tanto de la pérdida de margen bruto (que se ha reducido un 20 %) como de unas ventas de hardware que casi se han evaporado como consecuencia del regreso a las oficinas y finalizado el boom inicial del teletrabajo. También han pesado la inflación, la inestabilidad geopolítica y el lanzamiento de sus nuevas tarjetas gráficas.
Intel señala que la venta de chips de consumo se ha reducido un 25 % y que las cosas no mejorarán a lo largo del año. Su respuesta para evitar que las pérdidas económicas hagan mella a la compañía será doble: volcarse en la fabricación de chips para otras empresas (como Qualcomm y MediaTek, que ya han firmado acuerdos) e incrementar el precio de sus propios procesadores.
Las memorias Optane llegan a su fin
Por otro lado, Intel ha señalado en su informe financiero que abandonará el diseño y producción de las unidades Optane y los chips de memoria 3D XPoint. Anunciadas como si fueran una auténtica revolución, estas unidades llegaron en 2017 prometiendo siete veces más velocidad que una SSD de la época y latencias tan bajas que permitían su uso como si fueran RAM, pero al final terminaron siendo mayormente aceleradoras de disco duro, ofreciendo cachés de 16 y 32 GB para los datos utilizados con mayor frecuencia.
Las unidades Optane se vendieron principalmente integradas en equipos portátiles con discos duros mecánicos. El salto de la industria a las unidades SSD en todos los escalones de precios redujo su mercado a la nada más evidente. El resultado es que Optane se convirtió en una fuga de dinero constante para Intel, que ha decidido cancelar todo su negocio relacionado con las memorias 3D XPoint y asumir un golpe de 559 millones de dólares para deshacerse del inventario actual.
En total, Intel registró unas ventas de 15.300 millones de dólares durante el segundo trimestre de 2022. Hechos los descuentos correspondientes, la compañía se quedó con un beneficio negativo de 500 millones de dólares, consecuencia tanto de la pérdida de margen bruto (que se ha reducido un 20 %) como de unas ventas de hardware que casi se han evaporado como consecuencia del regreso a las oficinas y finalizado el boom inicial del teletrabajo. También han pesado la inflación, la inestabilidad geopolítica y el lanzamiento de sus nuevas tarjetas gráficas.
Intel señala que la venta de chips de consumo se ha reducido un 25 % y que las cosas no mejorarán a lo largo del año. Su respuesta para evitar que las pérdidas económicas hagan mella a la compañía será doble: volcarse en la fabricación de chips para otras empresas (como Qualcomm y MediaTek, que ya han firmado acuerdos) e incrementar el precio de sus propios procesadores.
Las memorias Optane llegan a su fin
Por otro lado, Intel ha señalado en su informe financiero que abandonará el diseño y producción de las unidades Optane y los chips de memoria 3D XPoint. Anunciadas como si fueran una auténtica revolución, estas unidades llegaron en 2017 prometiendo siete veces más velocidad que una SSD de la época y latencias tan bajas que permitían su uso como si fueran RAM, pero al final terminaron siendo mayormente aceleradoras de disco duro, ofreciendo cachés de 16 y 32 GB para los datos utilizados con mayor frecuencia.
Las unidades Optane se vendieron principalmente integradas en equipos portátiles con discos duros mecánicos. El salto de la industria a las unidades SSD en todos los escalones de precios redujo su mercado a la nada más evidente. El resultado es que Optane se convirtió en una fuga de dinero constante para Intel, que ha decidido cancelar todo su negocio relacionado con las memorias 3D XPoint y asumir un golpe de 559 millones de dólares para deshacerse del inventario actual.
De todas formas dudo que bajen precios, seguro que acaban "reajustando personal" que siempre les sale mejor.
BIBAR la inflasion
Lo que nos faltaba. Espero que AMD mantenga sus precios en vez de imitar a Intel y aumente beneficios subiendo precios.
Yo no quiero que Intel caiga pero se junta la crisis con un relevo generacional para la arquitectura x86. Si le diera la mano a Microsoft podrían liderar un cambio hacía ARM/RISC-V.
Lo que ha logrado Apple pasando de x86 a ARM no tiene nombre, han hecho un gran trabajo. Y además el curro de Rosetta para correr aplicaciones x86 en ARM. No soy fan de Apple pero esto se tiene que aplaudir, se ha avanzado al resto de industria con este movimiento.
Es como si te toca la lotería y ese año ganas 10 millones de €. Al siguiente año no te toca la lotería y te declaras en pérdidas ya que este año, comparado con el anterior, tienes un déficit del 9000%... pero sigues estando forrado.
PD: Sí, tengo el título de economista otorgado por el BAR MANOLO de la esquina. Diploma y palillo