DirectX 12 Ultimate viene a ser algo así como una versión avanzada de la colección de API gráficas de Microsoft, funcionando casi como un sello de calidad. La idea general es fijar un mínimo de funciones gráficas de nueva generación para la hornada de juegos que ya viene en camino, informando a los consumidores de que un título compatible con DX12 Ultimate brindará soporte para (entre otros), DirectX Raytracing, sombreado de tasa variable (nivel de detalle selectivo), mesh shaders (control dinámico de la geometría) y sampler feedback (que evita el almacenamiento en memoria de texturas innecesarias).
Más allá de los efectos gráficos relacionados con propia la calidad visual, DirectX 12 Ultimate será interesante porque en teoría permitirá acelerar el rendimiento de los juegos que lo incorporen a través de técnicas como el ya mencionado sombrado de tasa variable, que permite evitar la generación gráfica completa de aquellos objetos que por su situación en la pantalla no se van a ver al máximo detalle, liberando así recursos de sistema.
El segundo propósito de DirectX 12 Ultimate es estandarizar el desarrollo de software para Windows y Xbox Series X. Microsoft afirma que de ahora en adelante los ciclos de desarrollo de las API gráficas serán los mismos en ordenadores y consolas, lo que en teoría implica que todas las metodologías disponibles en una plataforma también lo estarán en la otra; su uso o no dependerá de la potencia general del sistema y la habilidad o las inclinaciones de cada desarrollador.
Hasta ahora la gama RTX de Nvidia es la única capaz de brindar todas las características incorporadas por DirectX 12 Ultimate, pero AMD ya avanza que sus futuras tarjetas RDNA 2 también ofrecerán soporte total para las API de Microsoft, comenzando por la aceleración de hardware para trazado de rayos mediante DXR 1.1.