Noticia original: Microsoft está celebrando en estos momentos un evento especial dedicado a sus dispositivos Surface. La lista de novedades de la jornada será amplia (mucho más de lo que cabía esperar inicialmente), pero el protagonista principal de la jornada era fácil de adivinar: el nuevo Surface Pro 8. Un convertible que para este año llega muy mejorado.
A diferencia de lo que sucedió con modelos anteriores, que prácticamente se limitaron a potenciar el procesador y actualizar los puertos (modificaciones agradecidas, pero poco sorprendentes), Surface Pro 8 llega con cambios de mayor calado. El más notable es su pantalla de 13 pulgadas (anteriormente 12,3), que ahora se engasta en un chasis de marcos más finos y funciona a 120 Hz.
Además de brindar una mayor velocidad de refresco durante su utilización táctil o con lápiz (de normal funciona a 60 Hz), esta pantalla posee compatibilidad con Dolby Vision y tecnología de color adaptativo.
También un nuevo teclado táctil con tecleo físico simulado mediante vibración y con un hueco para el idénticamente nuevo Surface Slim Pen 2, facilitando su almacenamiento (y dificultando su pérdida). Este receptáculo sirve también para cargarlo sin necesidad de hacer uso de ninguno de los puertos del equipo (igual que la primera generación Slim), que ahora incluyen dos Thunderbolt 4/USB-C aprovechando la presencia de chips Intel Core de última generación.
Las especificaciones técnicas completas aún no han sido comunicadas. Lo mismo sucede con los precios, lógicamente. Es de imaginar que Microsoft proporcionará estos detalles al final de su conferencia o muy próximamente. La compañía quiere posicionar la gama Surface como la mejor alternativa para disfrutar de Windows 11, que estará disponible el 5 de octubre, así que no parece que la espera hasta su lanzamiento vaya a ser muy larga.