El nuevo Razr destaca por el uso de una pantalla OLED interna de tipo flexible. Posee 6,2 pulgadas y puede plegarse totalmente para mantener el factor forma del teléfono original, mientras que una pantalla secundaria de 2,7 pulgadas y menor resolución permite ver y responder mensajes sin abrir el móvil, realizar pagos NFC, controlar la reproducción de música y tomar fotografías.
Pantalla principal OLED de 6,2 pulgadas 2142 x 876 21:9
Pantalla secundaria de OLED 2,7 pulgadas 600 x 800 4:3
Snapdragon 710
6 GB de RAM
128 GB de almacenamiento
Cámara trasera de 16 MP con enfoque láser
Cámara delantera de 5 MP
Lector de huellas dactilares y NFC
USB-C (sin conector de 3,5 mm, se incluyen auriculares Type-C)
Batería de 2.510 mAh con carga rápida 15 W
72 x 172 x 6,9 mm (abierto), 72 x 94 x 14 mm (plegado), 205 gramos
El hardware escogido para este teléfono, el tercer modelo comercial plegable y el segundo en llegar a España (el Huawei Mate X aún no tiene fecha de estreno) no es especialmente brillante, con un Snapdragon 710 acompañado por 6 GB de RAM.
Esto se debe en parte al hecho de que, a diferencia de fabricantes como Samsung y Huawei, Motorola ha priorizado las dimensiones de un teléfono que no aspira a convertirse en una tablet de bolsillo, lo que a su vez tiene ciertas implicaciones en materia de batería y disipación con efectos muy directos sobre el chipset.
Por diseño y terminaciones, el Motorola Razr se configura como un teléfono de lujo. Su debut en España se ha programado para el 10 de febrero (las reservas abren a final de enero), con un PVP de 1.599 euros en Orange y El Corte Inglés, que son las firmas escogidas para su lanzamiento. Aunque todavía no tiene rivales directos, en el futuro deberá competir con el próximo móvil plegable compacto de Samsung, que según los pronósticos será algo más económico que el actual Galaxy Fold.