Según ha comunicado Jensen Huang, máximo responsable de Nvidia, la venta de chips para juegos caerá en torno a un 15 % durante el actual trimestre, acrecentando un descenso que ya comenzó a notarse durante los primeros meses de este año. "En general el mercado gaming se está ralentizando", ha declarado Huang, que ve problemas en múltiples frentes: confinamientos por COVID severísimos en China, inflación elevada en Estados Unidos, cierre del mercado ruso por las sanciones por la invasión de Ucrania y unas ventas más lentas en Europa.
A estas circunstancias se añaden la destrucción de las ventas de hardware adecuado para minar criptodivisas. El mercado ya estaba de capa caída por las nuevas y restrictivas leyes chinas, pero con las sacudidas de los NFT y la calamidad que han experimentado divisas como Luna, cualquier venta a mineros entra en términos marginales.
En general, el CEO de Nvidia cree que los consumidores van a gastar menos dinero en hardware para videojuegos que durante lo peor de la pandemia, a consecuencia de una economía inestable que está haciendo que muchas personas replanteen sus prioridades de gastos. El resultado de esto, estima el fabricante, será un segundo trimestre con una merma del 2 % en sus ingresos brutos, que debería tener una repercusión mayor en los beneficios. De entrada, la cotización de Nvidia tras el cierre ha caído más de un 11 %.
Habrá que ver cómo afecta esta ralentización a empresas como AMD, Intel, Microsoft, Sony y Nintendo. Nvidia no ha diferenciado entre plataformas, limitándose a hablar de malos tiempos para el gaming en general, pero de entrada la compañía ya ha ralentizado su ritmo de contratación, en un claro signo de que no prevé que este episodio vaya a ser breve.