Bautizado como MariSilicon X y fabricado a 6 nm, este procesador de imagen (técnicamente una NPU o unidad de procesamiento neuronal fusionada con un ISP) ha sido diseñado internamente por Oppo para proporcionar una mayor calidad de imagen que utilizando los ISP estándar que Qualcomm y MediaTek integran en sus chipsets. Concretamente, desde la firma se asegura que gracias a este componente sus futuros teléfonos podrán capturar vídeo nocturno 4K con una degradación muy inferior a lo normal.
Desde Oppo se asegura que su nuevo chip proporciona cuatro veces más rango dinámico y procesa imágenes 20 veces más rápido que soluciones análogas. Esto se debe en parte al uso de su propia memoria DDR dedicada, ajena a la utilizada por el resto del sistema y necesaria para proporcionar procesamiento RAW en tiempo real con una relación señal/ruido muy reducida.
Otras características interesantes son la posibilidad de procesar la imagen en señales RGB+W (rojo, verde, azul y blanco) de forma nativa.
Con una potencia para procesamiento de imagen por IA de 18 TOPS (billones de operaciones por segundo), esta NPU se estrenará en el primer trimestre de 2022 de la gama de los nuevos Oppo Find X, conocidos por ofrecer algunas de las características fotográficas más avanzadas (y singulares) del mercado.
El primero de muchos, o eso espera Oppo
El lanzamiento de su primera NPU+ISP es un hito en la historia de Oppo, que hasta ahora había centrado sus recursos de en aspectos como el diseño de baterías y cámaras. Según informaciones no confirmadas, la filial de BBK Electronics lleva tiempo trabajando en sus propios chipsets, y se habría aprovechado de la implosión de Huawei para reclutar a los ingenieros que hasta entonces trabajaban en la familia Kirin.
Tony Chen, CEO de Oppo, ha declarado durante la presentación del MariSilicon X que "una compañía sin tecnologías centrales es una [compañía] sin futuro", evidenciando la importancia de equiparse con el mayor número de avances propios posibles para evitar el sino de Huawei.
Lo que por ahora ni Oppo ni ningún otro fabricante puede hacer es controlar sus procesos de producción, dependientes de fundiciones externas y a la postre el mayor obstáculo de cara a lograr una independencia real.