Fabricados usando un proceso de 14 nm, estos chips de DRAM móviles se ofrecerán en capacidades de 16 Gb (2 GB), con un tope máximo de hasta 64 GB en un mismo empaquetado. Si hemos de fijarnos en sus prestaciones, según el comunicado oficial la nueva LPDDR5X de Samsung es 1,3 veces más rápida, con una velocidad de 8,5 Gbps frente a los 6,4 Gbps de la memoria LPDDR5, mientras que el ahorro de energía se cuantifica en un 20 %.
Un detalle interesante del comunicado es que Samsung indica que "a finales de año" sus ingenieros empezarán a colaborar con "fabricantes de chipsets globales" de cara a la integración de su memoria, lo que podría indicar la disponibilidad de chipsets y tal vez algún teléfono hacia el segundo trimestre de 2022. Por supuesto, eso no quiere decir que vayamos a ver entonces los primeros móviles de 64 GB, y es que estamos alcanzando cotas inaprovechables incluso por los buques insignia de mayor rendimiento.
Aunque los teléfonos móviles acapararán la mayor parte de las ventas, Samsung desea introducirse y crecer en nuevos mercados. De hecho, el gigante surcoreano afirma pensar "más allá de los smartphones", señalando mercados como "servidores e incluso automóviles".