A riesgo de convertir la situación actual en la ya icónica viñeta de XKCD, la Video Electronics Standards Association, entidad que aglutina a gran parte de la industria informática con el propósito de armonizar las tecnologías de vídeo, anunció a comienzos de esta semana AdaptiveSync y MediaSync, dos nuevos baremos que permitirán diferenciar mejor la sofisticación de la tecnología de refresco adaptativo integrada en una monitor. Su filosofía es bastante parecida a la del sello DisplayHDR.
La creación de estos dos nuevos estándares es un reconocimiento implícito de que refresco adaptativo no es sinónimo de una buena experiencia. Esto se debe, por ejemplo, al hecho de que muchos monitores FreeSync básicos tocan techo en los 75 Hz. También a las trampas que hacen algunos fabricantes a la hora de homologar aspectos relacionados como el tiempo de respuesta, calentando los paneles LCD de forma poco realista para conseguir los tiempos G2G que declaran espuriamente en sus fichas.
Así las cosas, los monitores AdaptiveSync deberán seguir estándares concretos de reducción de parpadeo, ghosting, pérdida de fotogramas, jitter y tiempo de respuesta. También deberán tener una ventana de refresco mínima que VESA ha determinado entre 60 y 144 Hz. Además, las pantallas que requieran overclocking para alcanzar los mínimos no podrán ser homologadas, y en todos los casos habrá que incorporar soporte para compensación por tasa de fotogramas reducida (LFC).
Por último, todas las pantallas homologadas como AdaptiveSync deberán mostrar la tasa de refresco máxima junto al logotipo.
El sello MediaSync, por su parte, se encontrará en pantallas que no necesitan alcanzar velocidades especialmente elevadas, desde aquellas de gama baja a monitores profesionales para el procesamiento de vídeo. En este caso los ingenieros de VESA hacen especial énfasis en la reducción del jitter generado durante la reproducción de vídeo usando formatos y velocidades concretos, admitiendo un máximo de 1 ms. La tasa de refresco mínima será de 48 a 60 Hz.
El proceso de certificación será independiente de VESA, que delegará esta labor en laboratorios autorizados que cobrarán un canon a los fabricantes de pantallas OEM. De esta forma los fabricantes no podrán trampear aspectos como la latencia, pero tendrán que pagar una cantidad presumiblemente por los servicios de inspección. En cuanto a la disponibilidad de las primeras pantallas compatibles, el sitio oficial de AdaptiveSync ya refleja varios modelos fabricados por Dell y LG.