Overdrack escribió:pitt escribió:😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂
Perdona, creo que te has equivocado.
El hilo de chistes cortos es otro..
Por dios, si le pagasteis hasta la boda de la hija a la rata bigotuda...
Dejalos en su mundo.
Aznar tiene toda la cupula condenado por corrupción ya solo con eso es peor que Sanchez.
12 de sus 14 ministros están imputados,
¿Cuantos imputados tiene sanchez en su gobierno?
Una foto explícita y ejemplificadora de la corrupcion sistémica de la derecha española, yo también la conservo en mi disco duro ya que ahorra mucha saliva. Y sí, por supuesto que en el PSOE también existe, pero hay un matiz, se supone que el partido socialista debe al menos aparentar y esforzarse en adoptar medidas que satisfagan los intereses de la clase obrera, en cambio el PP no está sometido a ningún tipo de compromiso objetivo en este sentido, ellos atienden los intereses de las grandes empresas a las que sirven, y su objetivo principal no es otro que meter cabeza en dichos negocios, desde el punto de vista la social sólo les interesa el bienestar personal y el de su familia, punto.
Hay en definitiva un grado de cinismo mayor que en el PSOE, consecuencia por una parte de una idelogía más egoista e individualista como es la liberal, pero en el caso concreto de España hay que hacer además una especial mención a la herencia franquista, pues nuestra democracia se llevó a cabo sin juicio ni ruptura alguna con la dictadura; las élites siguieron siendo las mismas que habían tiranizado al pueblo durante décadas, no sólo los dueños de los medios de producción, también la mayoría de miembros de las instituciones; políticos, jueces, policías, militares..., los cuales continuaron ejerciendo como si nada.
La realidad es que sólo aceptaron la democracia como una obligada acomodación a las formas políticas que exigía el occidente europeo de la época, pero realmente nunca creyeron en ella, en el fondo sigue existiendo esa consciencia de élite privilegiada, no sólo en el sentido de renta (aunque el PP solo se trate de los vasallos de dicha élite), en el caso de España existe además un sentimiento de propiedad cuya legitimidad nunca se ha cuestionado efectivamente, una élite que se siente "propietaria" del país, a nivel material por supuesto, pero también a nivel simbólico -como es el sentimiento de propiedad hacia los símbolos nacionales-, pero también a nivel ideológico, considerándose "una anomalía" cualquier política que no se ajuste a unos parámetros conservadores propios de una monarquía católica.
En definitiva la derecha española -a diferencia de la europea- alberga un plus de tolerancia hacia la corrupción, no sólo en base a la clase por el poder económico, sino a su autoadjudicada función de tutores y propietarios de un ente político -Reino de España-, del que se sienten custodios tras ganar una guerra, por tanto "la vulneración de las normas", encuentra un mayor cobijo y justificación en su seno, pues al igual que en la dictadura, se precisa de acciones de todo tipo para mantener el orden de dicho ente político, se ajusten o no a la legalidad.