Me parece cuanto menos curioso que por pitar un himno (sin hacer daño a nadie, sólo muestras tu descontento) se lie esto, pero que luego durante el partido se vaya no sólo a silbar, sino a insultar y degradar de todas las formas posibles al árbitro (una persona que hace su trabajo) y eso no sólo no se mencione, sino que además sea lo normal. Así que a partir de ahora que salga Sanchez Arminio y que diga que cuando se pite al árbitro los cazurros que no tienen ni puta idea de Reglamento, se suspende el partido y se celebre a puerta cerrada, que el árbitro sólo hace su trabajo y además suele hacerlo bien, y tiene que recibir insultos, chillidos y amenazas.
Cuanta hipocresía, y aún hay gente que está a favor de esta mujer. Pero claro, al árbitro como si lo matan, pero al himno o al Príncipe no se le puede decir nada.