Hola chicos.
Me he propuesto contar mi historia de la operación. Aviso que no es corta, pero intentare hacerla amena. Puede que os ayude con vuestra situación, o simplemente para que paseis un buen rato leyendola
A si que, aqui van las peripecias y desdichas de un circuncidado más:
Era vispera de navidades. ¿Y que mejor regalo para un chico de 16 años que una fimosis?
Era una tarde corriente, como otra cualquiera, cuando me encontraba leyendo estos foros y di con un hilo que se llamaba ''Ayer me operaron de fimosis''. Para mi, era obvio que no podía retraer el prepucio totalmente, pero nunca me había dado por ponerle nombre ni causa a ello, aun que estaba claro que el problema estaba ahi desde hace mucho tiempo. Leyendo, descubrí que mi problema se llamaba fimosis y que era mas común de lo que creía. Pase semanas leyendo el hilo de la primera hasta la ultima pagina, y buscando información sobre la operación y sobre mi problema.
Hasta que, una noche al acabar una cena, y quitandome mas verguenza de encima que sacando arrojo, le dije a mi padre: Papa, tenemos que hablar, tengo que contarte una cosa. Asi que mi padre, comprensivo, me llevo hasta su habitación para que hablasemos a solas tranquilos, y nos sentamos a hablar en la cama.
-Venga hijo, dime cuantas has suspendido ya- me dijo algo inquieto
-No, no, no es eso papa.
-¿Te has pegado con alguien?
-No... es que... bueno, que creo que tengo fimosis...
-¡Coño! ¿y tanto rollo para eso? ¡Me habías preocupado chico!- Se le disparo una sonrisa involuntaria en la cara- Eso es normal hijo, no pasa nada. Vamos al medico, bla bla bla...
Charlamos un rato y pensamos en un plan para abordar a mi madre para decírselo. Habrían faltado los trajes de ninjas y que entrásemos haciendo rappel por la terraza para ser un plan perfecto, pero en cambio, según salimos de la habitación, mi madre estaba en la cocina, nos acercamos, y se lo dijimos. La escena se torno casi macabra por que mi madre sujetaba un cuchillo jamonero y estaba cortando enbutido en una tabla de madera. Cuando le comentamos el tema mi padre y yo, aun sostenia el cuchillo. No es que se le ocurriese la gracia de decir ''Pues ponla en la tabla hijo, y cortamos aqui en casa lo que sobra'', es que era tan obvia que solo tuvo que cojerla del aire y soltarla por la boca, el cuchillo le venia que ni pintado al chiste. Mis padres se rieron, quitandole importancia. A mi no me hizo gracia
Habia leido mucho sobre listas de espera interminables, de mas de un año, y fui bastante reticente al medico, pensando que seria otro de los que tendrían que esperar 6 meses o más hasta librarse del pellejo, pero debo reconocer que todo fue bastante ágil. Del medico de cabecera al urologo, pruebas, del urologo a la cita del hospital, y operación, todo en menos de 2 meses y medio.
A si que paso un mes y medio escaso esperando la operación, y alli me planto, en el día clave, en la sala de espera antes de entrar a quirofano, con una bata verde que me dejaba el culo sugerentemente al descubierto, y conectado a varios tubitos que me metían suero, extasis, o jarabe de maiz vayase usted a saber. Fuese lo que fuese, no lo sabria nunca y no podía evitarlo. Espere hasta que me toco entrar a quirofano, donde me encontré con un hombre entrado ya en los 50 y una chica algo más joven, pero rondando los 35 (mi ojo clinico para sacar la edad de alguien a simple vista es nefasto, asi que podrian haberme operado perfectamente dos adolescentes y no lo habria notado).
-¿Estas nervioso?- Me pregunto nada más entrar.
-Para nada. Oye, ¿Puedo quedarme el cacho de piel que sobre? Quiero plastificarlo y guardarlo- Se lo pregunte riéndome ligeramente, pero lo decía totalmente enserio. Era una idea que había estado rondando antes de la operación. No todo el mundo podría presumir de llevar su prepucio plastificado como llavero.
-Jajajaja, eso lo tiramos.
-¿Por que? es mío.-Insisti en la idea, de verdad que quería quedarmelo, aunque acabase tirándolo yo en mi casa cuando en una semana empezase a descomponerse. Si lo pensaba, se me hacía desagradable, pero en el momento la idea de plastificarlo y conservarlo me parecía una genialidad.
-¿Y que lo quieres, en un bote de formol?- Me siguío la broma el hombre, la mujer se reía de la conversación de fondo.
-Bueno, si no hay nada que hacer, tirelo, solo era una idea lo de plastificarlo- Me di por vencido, ya me empezaba a sonar hasta idiota guardar un cacho de prepucio.
La operación para mi tuvo 3 fases: La anestesia, la charla y la de sufrimiento.
La anestesia:
-Te voy a dar unos cuantos pinchazos de anestesia en el tronco del pene, puede que te escueca.
-Vale
¿Unos cuantos pinchazos? Se que el baremo de unos cuantos cambia con cada persona, pero unos cuantos pinchazos fueron al final 12, y joder, 12 pinchazos no son unos cuantos, para mi son MUCHOS, ¡vaya que si lo son!. 12 pinchazos rodeando el pene entero, y cada uno escocia mas que el anterior. Cuando termino el bote de anestesia al sexto o séptimo pinchazo, pensé que había parado, pero cuando le dijo a la enfermera: Dame otro bote de anestesia. La cosa ya se puso seria.
Me repitió infinitas veces después de poner toda la anestesia, y durante la operación, que si notaba dolor, se lo dijese y me ponía mas anestesia. Pense que no hablaba en broma, luego vi que si.
Charloteo durante la operación:
Esto son algunas conversaciones sueltas durante unos 40 minutos de operacion con el medico, mientras el me cercenaba el abrigo de polipiel que lucía mi glande.
-He leído en internet bastante sobre la operación y el tema, por eso no estoy nervioso.
-¿Si? ¿Y que has leído? Cuentame algo
-(Solo se me ocurrio decirle esto en ese momento)He leído que la cicatriz se te queda como si te hubiese pegado un bocado un pitbull de presa en la polla.
-Jajajajajajaja. ¿Donde has leído eso?- Se ve que la respuesta le pillo por sorpresa, por que le hizo demasiada gracia escucharla. La enfermera como siempre, sin intervenir, pero riéndose de fondo de las conversaciones.
-En foros, bueno, se dicen muchas cosas en los foros... Incluso he leído a alguien que decía haberse echo la circuncisión en casa el mismo. (Si aun queda alguien por aqui que visitase este post en aquellos tiempos seguramente se acordara de ese personaje que se registro para contar que se iva a hacer la circuncision en casa con un cuchillo, y nos desvelo sus historias sobre el proceso y el ''¿post-autopoeratorio?')
-Jajajajaja, que salvajada. Bueno, ¿y a que colegio vas?
-Voy al f&%456fg
-¿Y hay muchas bandas latinas en tu colegio?
-Si bueno, hay alguna, y de chinos, y de los del barrio, como en todos lados.
-¿Y te han pegado una paliza alguna vez? ¿O te han robado?
-ummm... no. (No me parecieron la clase de preguntas que esperaba escuchar en una operación de fimosis, desde luego)
A todo esto, el me insistía en intervalos de 5 o 10 minutos, que si me dolía, que si estaba bien, y que si quería mas anestesia que se lo dijese.
-¿Tienes novia?
-Bueno, tengo algo con una chica...
-Jajaja, pues más te vale regalarla cosas, por que la vas a tener a pan y agua un mesecito largo jajaja.
La enfermera hablo. Hasta ese momento, pensaba que era un giñol que solo se reía cuando el medico pisaba algún tipo de pedal que yo no podía ver debajo de la cama, pero no, era de carne y hueso, y aun que fue escueta, estaba viva sin duda.
-Si te portas bien con ella, seguro que aguanta un mes sin problemas-*Sonrisita picarona*
-El que no se si aguantare soy yo jajajaja
-¿Estas bien, quieres mas anestesia?- El medico entro en la conversación de nuevo.
-No, estoy bien de momento- Se empezaba a hacer bastante plasta...
No hubo nada más destacable de el tiempo que charlamos, o no que yo recuerde al menos.
DOLOOOOOOOOOOR:
Llevaríamos como 45 o 50 minutos de operacíon. El medico charlaba con la enfermera sobre donde coser y esas cosas. Increiblemente ella le contestaba, no era como hablar con una pared.
-Has salido sangron ¿eh?- Me dijo el medico, chistoso
-¿Por? -No entendia muy bien por que me lo decía concretamente.
-Por que se te ha reventado una vena en el tronco del pene, y esta sangrando bastante, estas manchandolo todo.
-¿Si? Pero, estoy bien ¿no?
-Si, es mas apartoso que otra cosa, ya estamos cosiendolo y no queda mucho para acabar.
Luego tuve tiempo de pensar hipotesis de esa herida innecesaria que tenía en el tronco del pene, hasta que conclui que se le debío ir el visturi en un despiste y me pego un buen tajo donde no debia. La forma de la herida era un corte alargado y cosido en vertical, a si que era lo más probable. Gracias señor medico, Nunca me olvidare ni de usted ni de su familia cada vez que me mire esa cicatriz en la polla
Y de repente, sin previo aviso, pinchazos otra vez en el pene. Empezaba a notar el hilo pasar por la carne, las punzadas, y se iva haciendo más intenso.
-Oye, esto me esta empezando a doler- Le dije
-¿Si? Venga, pues aguanta que ya solo quedan unos pocos puntos.
¡Mierda! Me había engañado como a un jodido niño con una piruleta. ¡Estuvo 50 minutos preocupandose de que no me faltase anestesia, que no sufriese, para que cuando a falta de 5 puntos para acabar, me deje sin ella! Me sentía como un yonki con el mono, necesitaba esa anestesia, y rápido. Ese salvaje no podía seguir cosiendome sin anestesia, sin piedad, a carne viva. La enfermera se puso detrás mía en la camilla y empezo a masajearme las sienes e intentando que me relajase. Gracias chica, ¿De verdad consideras que me voy a relajar en esta situación con unos masajitos en las sienes? Sus intentos fueron en vano.
Agarre la camilla de los laterales y apreté como no lo había echo en mi vida, me caían los sudores. Él solo me daba falsas promesas de que ya faltaba poco para acabar, y cuando ya pensaba que así era, venía otro punto más. Métete por el culo la pregunta de ¿Quieres más anestesia? ¡Claro que la quiero, pero no me la pones! En 10 minutos había acabado, pero me parecieron 2 horas enteras. Lo vendo todo a presión, y me dijo que me fuese. Hasta luego me dijo, Hasta nunca espere yo.
Después de la operación, me pasaron a una salita de espera, donde me dieron galletas, un colacao, y un par de sobaos. La enfermera que me los sirvió era simpática y bastante guapa. Lo idóneo para un recién operado de fimosis. El menú también incluía un pupurri variado de calmantes y cosas del estilo para el dolor. Sali del hospital a a las 4 horas de haber llegado alli, entre esperas, la operación, y el desayuno improvisado que me sirvieron.
Moraleja: Si te ofrecen anestesia gratuita en una operación, mejor que sobre a no que falte
Y así fue como llegue a casa. Pero eso ya... es otra historia.
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Lo dejo por aquí. Si os ha gustado, ya me animare a escribir el post operatorio, que tiene más contenido todabia
Gracias al que se lo haya leído entero, y espero que haya pasado un buen rato mientras lo hacía
La continuacion, para otro día
Saludos!