Bueno, después de algo más de seis horas de vicio mis conclusiones son bastante positivas.
Dark Souls 2 fue al Souls que más le di (unas 70 horas) y este, sin duda alguna, me parece mucho más difícil. Los enemigos son mucho más agresivos, te persiguen y te atosigan constantemente. En los Souls era prácticamente imposible que muriera con enemigos "de ir por casa" y aquí me ha pasado ya cuatro o cinco veces, el que vayan en grupo es una jodienda. También influye mucho la mucho mayor distancia entre hogueras (lámparas aquí, si no recuerdo mal) que, cierto es, me parece una forma un tanto artificial de aumentar la dificultad. No me gusta, además, que para reiniciar una zona tengas que viajar al Sueño del viajero y volver (con sus dos laaaargas cargas) cuando en los Souls con sentarte en la hoguera servía.
El aspecto artístico me parece estupendo, una maravilla. Es cierto que se sacrifica la inmensa variedad de localizaciones de Dark Souls y Dark Souls II y, más que probablemente, lo termine echando de menos pero, pese a ello, la cosa está muy bien. Además, el diseño de las criaturas hace que sean realmente imponentes y el juego adquiera un tinte de "terror" en ciertos momentos. También creo que el no salir de la ambientación victoriana/urbana hará que la variedad de los enemigos sea más limitada pero eso ya se verá.
No me termina de convencer el lavado de cara del sistema online. He intentado invocar en dos momentos a gente y tras esperar casi diez minutos, nada de nada. Lo mismo para que me invoquen a mí (gastando Insight, además). Veo bien que se limite en cierto modo el echar mano de invocación o farmear bosses siendo invocado pero no me convence para nada, ya digo.
En cuanto al tema de desarrollo de personaje, habrá que ver cómo progresa el tema de las distintas gemas de sangre pero, en principio, me parece un pelín por detrás de los Souls y el juego que daban los anillos. Echo mucho de menos la magia, también. Y que no haya limites de peso ni fatroll quitan un pelín de profundidad en ese aspecto.
En definitiva, se mantiene la esencia pero el envoltorio cambia totalmente. Me parece el paradigma de seguir sorprendiendo en una saga con tres títulos a sus espaldas. Mientras que, en mi opinión, los Souls dotaban de mucha importancia al equipamiento y las builds asociadas, creo que Bloodborne apuesta más por su sistema de combate. Tengo ganas de seguir, la verdad.