Por mi propia experiencia esto de los auriculares es un mundo con dos caras. Dado que hay un margen amplísimo para lo subjetivo existe mucho efecto placebo, ideas preconcebidas, mitos y modas para hartarse. Como en tantas otras cosas no siempre un desembolso económico importante aporta lo que inicialmente uno podría esperar, es fácil caer en el marketing y acabar viendo lo que se quiere ver, por ejemplo con todo lo referente al 5.1 o 7.1 "real". Así grosso modo es algo que te entra por los ojos y te hace pensar en experiencias auditivas cercanas a la realidad cuando lo que hay es simplemente un conjunto de drivers apelotonados que ensucian el sonido ofreciendo justamente lo contrario que parecen vender. Ningún sistema de esos ofrece la experiencia que venden, cualquier sistema estéreo de calidad está a años luz siendo muchos de ellos considerablemente más barato. Y es así por cuestiones físicas, jamas va a funcionar porque físicamente no puede hacerse. Por otra parte las marcas propias para gamers viven de esto y lo saben. Por supuesto siempre oirás a gente hablando maravilla de estos sistemas, uno se gasta un dinero y casi que va ya convencido.
Yo mismo he caído no pocas veces, con un odio poco experimentado se flipa mucho con unos graves machacones y joder, te gastas ciento y pico de euros y eso ya de por si debe ser para algo. Pero ocurre que un día pillas unos Superlux O unos Takstar o unos Cómic y empiezas a descubrir matices en el sonido, especialidad, graves decentes que dando inmersión te permiten posicionar los disparos, los vehículos y los pasos de otros jugadores sin verlos. Usas estos auriculares para música y comienzas a descubrir aspectos de tu música favorita que no sabías que estaban ahí. Y encima sin haberte pasado de los 50 euros. Te pones pelis y empiezas a oír cosas que ni sabias que estaban, no son pocas las veces en las que te sorprendes oyendo conversaciones que no estaban ahí, incluso con el auricular enchufado a la salida de la tele. Lo malo es que engancha tanto que empiezas a querer más y cuando te quieres dar cuenta has comprado un montón de cacharros y tienes en casa una colección de auriculares. El oído se afina y te pide más.
Acabas por encontrar doloroso ponerte un Turttle Beach, el que sea, un Tritón te horroriza, ves defectos por todas partes, sibilancias, hiss, apelotonamiento, una escena ridícula y un pobre posicionamiento. Y lo malo es que sólo puedes ir hacia adelante, ya no hay paso atrás.
Los inalámbricos te suenan todos a lata, ya sabes que el ancho de banda en cuanto al sonido no puede ser tan eficiente como con cable y que en igualdad de precio siempre encontrarás por cable una calidad muy muy muy superior. Lo mejor es que actualmente no hay que gastarse un paston, lo malo es que una vez que empiezas es difícil parar y no ir probando cosas.
En fin, probad un Takstar abierto con un Recon3D o unos baratisimos Superlux y alucinareis, incluso añadiendo un micro Takstar de 8 euros se OS oirá tan claro que flipareis en colores. Hay un abismo respecto a cualquier sistema caro para gamers.