Bostonboss escribió:Si rozo algo con mi oreja ( el sofá donde este sentado, ni cazadora, etc) tiendo a rozar la otra.
No siempre, pero si me suele pasar. Es como si tuviera que igualar algo.
Me pasa lo mismo. Se hace como para compensar. Ahora me pasa menos. Pero de pequeño lo hacía incluso cuando giraba. Osea, si daba una vuelta completa a la izquierda, por el motivo que fuese, luego daba una a la derecha. Si no estaba intranquilo.
Pero me pasaba incluso con los pies. Si daba un paso con un pie, el siguiente tenía que ser con el otro. Y aunque no fuese un paso, solo tocar la suela del zapato en el suelo. Eso ya contaba. Así que en el siguiente paso con el pie contrario, hacía lo mismo, rozaba la suela y luego daba el paso. Para explicarlo mejor, es como si cada pie tuviese un contador de veces que toca el suelo, y tuviese que intentar llevarlos lo más igualados posible. Joer, ahora que lo pienso, menuda locura.
Otra manía que tengo, es el patrón para lavarme los dientes. Es un patrón que lo puedo realizar más rápido o más despacio, lo puedo repetir más o menos veces, según la prisa que tenga. Pero siempre se repite. Pues como lo esté haciendo y me hablen, me llamen, o lo que sea, y tenga que dejarlo a medias, ya no puedo continuar. Me toca empezar el patrón desde el principio. Y si continúo por donde pienso que lo he dejado, voy como perdido y no puedo, me toca volver a empezar.
Y el último. Cuando me hago la cena antes tengo que haber limpiado lo de la comida. Y cuando me hago la comida antes limpio lo de la cena. No puedo ponerme a cocinar y luego comer si tengo el fregadero lleno. No disfruto de la comida. Me puede.