Corre el año 2330, la humanidad ha cartografiado el firmamento y aventurado más allá de nuestro sistema solar para asentarse en planetas nuevos y vivir como un pueblo espacial. Este es el punto de partida de Starfield, el primer universo nuevo en 25 años de Bethesda Game Studios, que desde hoy se encuentra disponible para Xbox Series, Game Pass y PC. La prensa dice que estamos ante un juego con una media de 88 según
OpenCritic y 86 según
Metacritic.
Starfield es un juego de rol de Bethesda en el espacio, una breve descripción que bastaría a muchos para comprar el título sin hacer preguntas. Para los que quieran saber más, en Starfield los jugadores se unen a Constelación, el grupo de exploradores espaciales en busca de raros artefactos por toda la galaxia. Su creación se remonta al 2275, una época entre guerras. Antes de la existencia de Constelación, entre 2196 y 2216, las Colonias Unidas y el Colectivo Freestar, los dos principales gobiernos de los Sistemas Colonizados, habían estado en guerra, situación que se repetiría entre 2307 y 2311.
Durante los últimos años Constelación ha sumado a notables miembros de las Colonias Unidas y el Colectivo Freestar, incluyendo a Walter Stroud, copropietario de Stroud-Eklund, uno de los fabricantes de naves más prestigiosos de los Sistemas Colonizados, que se une a la organización y pasa a ser su principal mecenas. En 2326 un científico de Constelación llamado Barrett encuentra en los archivos un artefacto especial, y en 2328 intercede para la compra de la estación estelar L-868, que modifica para convertirla en una herramienta de escaneo del espacio profundo llamada el Ojo. Dos años después empieza tú aventura en Starfield.
“En Starfield, la historia más importante es la que cuentas tú con tu personaje”, asegura Bethesda Game Studios. Una vez creado el personaje, incluyendo su aspecto, pasado y rasgos, tocará lanzarse a la aventura para descubrir un firmamento compuesto por más de 1.000 planetas, donde esperan todo tipo de misiones propuestas por las diversas facciones que forman parte de los Sistemas Colonizados. Los viajes se realizan a bordo de una nave personalizable y con tripulación. Cada compañero tiene sus propias habilidades, puesto en la nave y una serie de misiones propias. En Starfield hay batallas espaciales y abordaje de naves.
La evolución del personaje pasa por un sistema de niveles y puntos de habilidad que se usan para desbloquear habilidades o subirlas de rango. Los rangos se desbloquean completando desafíos asociados a esa habilidad. El juego ofrece un total de cinco árboles de habilidades distintas y cuatro rangos por habilidad.
La exploración es una parte importante de Starfield, tanto es así que Bethesda Game Studios ha “simulado toda la galaxia de forma realista”. Los planetas en sí están generados de forma procedimental, tienen flora, fauna y recursos que se pueden usar para fabricar toda clase de artículos, desde medicinas y alimentos hasta equipo y armas, pero el contenido creado por los desarrolladores se manifiesta conforme se explora. También se pueden construir puestos, contratar a personal, establecer enlaces de cargamento e invertir en proyectos de investigación para desbloquear fórmulas de fabricación y recetas.
El espacio puede ser un lugar peligroso, así que hay que tener a mano un buen arsenal para afrontar cualquier situación. En Starfield hay opciones para todos los gustos, incluyendo fusiles de largo alcance, armas cuerpo a cuerpo, armas láser e instrumentos de demolición. Todas las armas se pueden modificar con miras, cargadores, empuñaduras, cañones, municiones… para que se adapten a un estilo de juego concreto. También hay que tener en cuenta la gravedad, que es diferente en cada planeta, y el uso de la mochila propulsora.
Starfield no es solo el juego más grande y ambicioso de Bethesda Game Studios así como su primer universo nuevo en 25 años. También nos encontramos ante el que posiblemente sea uno de los títulos más importantes en la historia del ecosistema Xbox. Starfield es el primer gran exclusivo de Bethesda Softworks para Xbox y el juego que debería iniciar una “
carrera de relevos de juegos first-party” que durará años.