Me siento mal y sin embargo no parece haber herida. Sólo millones de miedos e inseguridades que se amontonan a las puertas de mí, exigiendo ser solucionados. Nunca fui valiente ante la vida, tampoco he querido serlo. Hoy quizá un poco sí, ¿ sabes? Me doy cuenta cómo esos miedos sin resolver afectan a otras personas y no es justo para nadie.
No sé por donde empezar a resolver, no sé como hacerlo. La vida siempre me ha dado una gran pereza cuando exige algo más que dejarme fluir. Fluir, eso es lo que necesito, pero la Vida no hace más que ponerte diques. Aun vivo en los mundos de yupi, supongo.., como me solían decir . Pero ahora no se me tolera, teóricamente soy una adulta.
Y cómo hacerme entender a mi misma que por dentro soy aún una niña en algunos aspectos. En los miedos y la falta de valentía para vivir. Y no se por dónde empezar. No se si quiero empezar, si me atrevo. Si quiero atreverme. Si preferiría ese estado de no estar que me daba menos problemas....