-Estoy convencida de que acabará mal, antes o después.
-Cosas que me ilusionaban, ya me empiezan a resultar indiferentes. Este proceso ya lo conozco.
-Cosas que antes dolían, con el tiempo van doliendo menos.
-Esta vez estoy preparada.
-Las cosas siempre pueden cambiar... pero solo cuando aún se está a tiempo. No es que después ya no sea posible, es que no estaré interesada.
-Pese a todo, no tengo queja. Soy una persona feliz.
-Ya podrían haberme llamado. Pero no hay prisa, a seguir aprovechando para estudiar. Y a seguir buscando.
-Puede considerarse esto como una confesión que va más allá de lo que debería confesar. Que no sirva de precedente.
-Mañana, con menos fiebre, seré más persona y habré olvidado todo esto.
-Gracias por tratarme tan bien