Confieso que fue un orgullo para mi conocerte, poder hablar contigo, llegar a sentir que fuiste algo para mi. Hoy no he llorado porque no podía llorar por los demás. Me ha afectado bastante la noticia, no te voy a engañar, espero que allá donde estes, estes por fin en paz, tranquilo.
Te echaré de menos, para mi es un orgullo conocer a tu hija y que sea mi amiga.
Hoy está lloviendo, dicen que cuando una buena persona muere, Dios llora...