Confieso que...
...eres asombroso y nadie sabrá nunca nada
salvo yo, claro, que te descubrí hace tiempo. Te jorobas. (También se joroban los que se limitan a quedarse con el comportamiento más animal que se les pueda sugerir...quizás ellos acierten y yo me equivoque, pero como mínimo, creo que el beneficio de la duda es lo justo, ¡y más que merecido!).
Confieso que...
...somos humanos, los humanos son frágiles. Es normal que seamos vulnerables hacia determinados estímulos, tanto positivos como negativos. Pero nos hemos quejado de esto antes...precisamente serlo es lo que nos hace hermosos (¡por dentro!).
Confieso que...
...odio a las personas egoístas...y las odio aún más cuando no saben disimularlo... La diplomacia es IMPORTANTE. Hay quien insiste en que no abandone la trinchera con éstas...pero cuando quieres a alguien, demuestras que quieres mantenerlo en tu vida. La indiferencia no es uan demostración.
Confieso que...
...alguna vez yo me he comportado así también. Con más de una persona...Y pido disculpas. ¿Me perdonas?.
Confieso que...
...no tengo tiempo, no tengo tiempo, no tengo tiempo, no tengo tiempo, no tengo tiempo, no tengo tiempo...Y me apetece tenerlo, ¡carajo!.
Confieso que...
...me hace ilusión esa cena. Ojalá salga...Y ojalá llore, se me corra el lápiz de ojos y pueda ver vuestras risas por ello
Confieso que...
...me encantaría ver esas fotografías de cosplays, quiero verte de pikachu por lo menos
así que que vayan rulando, chaval...Y las del friki de pacotilla, también...
Confieso que...
...necesito helado en cantidades industriales. Y sol, también necesito sol.
Confieso que...
...odio cuando el tiempo y la distancia ponen uhm...aún más distancia y me siento culpable a la hora de recuperar el contacto...Pero sigo ahí, aunque sea leyendo entre las sombras...No lo olvides