-Todo principio tiene un final. No sé si me estaré precipitando al cerrar el libro tan pronto, pero creo que es el final más hermoso que podía encontrar. La historia, al igual que las confesiones, termina aquí.
-Mucho se ha perdido, mucho se ha ganado. Pero el resultado es satisfactorio. Y siempre quedan los recuerdos, tan bellos. Suspendidos eternamente en el tiempo, dentro de mi corazón, sin que nadie me los pueda arrebatar. Míos, siempre míos.
-No hay moraleja, no hay juicio de valor alguno. Simplemente, así se delizó la pluma, como podría haberlo hecho de cualquier otra manera. No se buscaba el fin, pues lo sucedido era el fin en sí mismo. Cada uno leerá de diversas formas lo escrito, expandiéndose el valor de la obra más allá del papel. Sin embargo, las palabras serán siempre las mismas, a cada página le seguirá la siguiente... así es como siempre sucede.
-No todas las preguntas tienen una respuesta. No todos los caminos tomados se convertían en la única alternativa. Nunca fue mi intención salvar el mundo creado, simplemente... estaba allí.
-Todo principio tiene un final... y cada final es una nueva oportunidad para otro principio. Pero no será aquí, tampoco en este momento. Quién sabe... quizás algún día... tal vez en otros lugares, otras personas... nunca lograré saberlo... ¿no?
-Y sobre todo... gracias por dejarme soñar...