Me equivoque de época y momento,
que regalé mi amor más no lo lamento.
Que las palabras fuertes nunca se las lleva el viento.
Que de todo lo dicho, nada me arrepiento.
Que la sinrazón de la vida es un tormento.
Que de la flor marchita del amor podia salir
una hermosa amistad, para mí fue un descubrimiento.
Que regaré cada día esa planta llamada amistad,
hasta el día que llegue nuestro fin a su debido tiempo.