Cuanto amargado de la vida en serio. Ahora resulta que bromear con tus amigos es ser un mal amigo, con dos pelotas.
Y no hace falta no hacer bromas para respetar a un amigo. Todo lo contrario, el hecho de hacer bromas indica respeto, porque es indicativo de que NO VA EN SERIO, por eso es una broma.
Si yo digo a un amigo hijo de puta en serio, le estoy insultando.
Si yo le digo a un amigo hijo de puta en broma, estoy bromeando. En ningún momento he dudado de su madre, ni creo que su madre es puta ni que su padre tiene cuernos de toro. Tampoco dudo de que mi amigo sea mala persona ni haga las cosas para hacer daño a los demás. Pero llamarle pequeño hijo de puta en determinadas ocasiones puede ser gracioso.
Si no sois capaces de entender esa diferencia, en serio, no salgais a la calle, no vaya a ser que alguien os diga pequeño hijo de puta de coña y tengáis que partirle la cara.