Tras la conclusión del anime me gustaría dar mi opinión sobre él. Voy a repetir parte de lo que escribí en mi blog.
Para la mayoría no pasa desapercibido que Tate no Yuusha es un isekai con una premisa más que particular. Hablamos de que el héroe otaku de siempre es conducido a una situación de miseria donde se ve despojado de cualquier privilegio por un crimen que no cometió. Casi se podría contar aquí una trama más oscura sobre la venganza o la caída moral del héroe, similar en parte a lo que ocurría en Re Zero (2016). Tristemente por muy atractiva que resulte esta premisa el creador apenas supo aprovecharla para presentar algo que verdaderamente pudiera sorprendernos a todos.
Más importante aún es que interpreto esta obra como la expresión del resentimiento del autor hacia aquellas personas que le hicieron sufrir en alguna situación de abuso, fuera en el trabajo o la escuela. Yo no sé nada de su vida personal, pero los sentimientos e ideas expresadas y sus entrevistas dejan entrever la necesidad de desquitarse contra ciertas personas que le hicieron la vida imposible. ¿Por qué lo creo así? Por la situación injusta que sufre Naofumi desde el principio, en ella se nota una rabia muy contenida. A pesar de que no voy a alabar esta obra, no cabe duda de que el autor puso mucho de sí mismo y eso no te deja indiferente cuando sondeas un poco las profundidades de esta obra.
En ningún caso creo que el autor sea un misógino, incel u otras lindezas. Varios artículos que he leído dejan claro que, por lo menos, en el anime el protagonista no expresa ningún odio o manifiesta ideas sobre la inferioridad de las mujeres. Por poner ejemplo de sus actitudes está el hecho de que en el capítulo 1 no aceptó el vino que le ofrecía Malty, sabiendo que podría darse una situación donde la situación de confianza entre ambos podría venirse abajo ante un error. ¿Alguien que piensa en las mujeres como objetos sexuales haría eso? Claro que no. Por otro lado, se nota que el autor tiene cierta mentalidad de otaku, pero no mucho más de la que tienen otros autores que fabrican historias para satisfacción de un público masculino.
De lo que no puede ser eximido es de cómo trata de abordar la situación de aislamiento social y la búsqueda de una salvación -por parte de alguien capaz de escuchar- y limpieza del honor manchado. Por ejemplificar con lo del honor. En principio, el hecho de que se vaya ganando la confianza de las gentes del pueblo y sus compañeras me parece correcto y ayudan a mejorar su imagen de una forma noble. Lo que ocurre es que el quid de la cuestión radicaba en enjuiciar a los responsables de las injusticias cometidas contra Naofumi y eso solo tuvo lugar en el capítulo 21. Pero aquí es donde el autor mostró su peor faceta.
En vez de mostrar la madurez propia de alguien que ha superado el acoso y la intimidación, el protagonista demostró estar casi al mismo nivel que los villanos. El autor optó por un enfoque donde se buscaba la humillación y el escarnio público de los enjuiciados, es decir, el rey y su hija. Pero a un nivel vergonzoso en el que el juicio era televisado, se les privaba de todos sus privilegios y derechos como acusados, se les torturaba con el sello del esclavo y finalmente se les condenó a vivir para siempre como bufones. Aquí me sentí como si el autor expresara sus deseos de venganza que nunca había llegado a cumplir en la realidad. Lo siento, pero esto no es justicia. Esto es un desquite brutal que refleja la inmadurez del autor a la hora de abordar el tema. La peor conclusión que podría habérsele dado.
Mirando esta serie de forma individual, al menos podríamos rescatar algunos aspectos como sería la realización de misiones secundarias o la exploración de diversos aspectos del mundo. Durante una parte importante del primer segmento, el protagonista estaba enfocado a estas misiones secundarias donde podíamos ver elementos más positivos y tolerables como la forma en que Naofumi sobrevive y avanza a partir de su actividad como comerciante. Otro aspecto a valorar serían las batallas, que en general están bien planteadas porque son fruto de un trabajo en equipo donde además los animadores se dan el lujo de recrear de forma artística varios de los ataques especiales de algunos personajes. Incluso el CGI está bastante bien.