Bueno, juego terminado tras 40 horas, todas las secundarias (al menos las disponibles) hechas y un par de trofeíllos más.
Lo que me ha gustado:
- La magia del original sigue presente, no solo no la han estropeado sino que la han elevado aún más en muchos momentos
- Gráficamente hay momentos espectaculares, tanto en CGIs como ingame, me he quedado con la boca abierta en muchas ocasiones
- El capítulo de Mercado Muro, de principio a fin
- Los personajes y sus interacciones, te captan pero bien
- La banda sonora, sublime
- La inmensa mayoría de los jefes, ha sido una maravilla combatirlos
- El combate en general, Square se ha coronado, lleno de acción pero sin descuidar el lado estratégico. Puede que sea el único Final Fantasy donde no he huido de una sola batalla
- Los sistemas tipo Materias o evoluciones de armas, sin resultar excesivamente complejos, te permiten desarrollar a tu personaje con suficiente libertad
- Las secundarias en sí no son ninguna maravilla, pero las pequeñas historias que te cuentan lo compensa
Lo que no me ha gustado:
- El juego está alargado para justificar su precio, y en algunas ocasiones se nota. Hay momentos en los que ciertos escenarios o secuencias son bastante más largas de lo necesario (aunque es verdad que los combates son tan buenos que no se hace tan pesado)
- Dividir la historia por capítulos (me refiero a ésta parte, no a las partes del remake). Nunca me ha gustado.
- Esto es puro capricho
- El capítulo final
En general creo que, con sus fallitos, Square ha firmado su mejor Final Fantasy desde tiempos de PS2, lo cual es una gran noticia para los fans de los JRPG en general y de Final Fantasy en particular. Se nota el mimo y la dedicación que le han puesto, el juego es mágico y sobre todo divertido de principio a fin. No lo considero un juego completo, pero desde que lo empecé me mentalicé para disfrutarlo como un juego de la saga Trails: la primera parte de una historia completa, y me lo he pasado en grande. Aunque tengo un par de dudas sobre el futuro de este Remake me muero de ganas de ver qué nos espera