Bueno, tras algo más de dos semanas sin ordenador, vuelvo a la carga.
El sábado de hace dos semanas tuve un pequeño percance con el coche y a puntito estuve de pegarme la hostia padre al reventarme un neumático en autovía, a 120 y con otras cuatro personas en el coche. Aún hoy, sigo sin saber como coño pude hacerme con el control del coche y que la cosa no quedara más que en un sustaco de los que no se olvidan y una anécdota que contar, pero troncos, os juro que me la vi y MUY cerca.
Para rematar, cosa de dos o tres días antes, la tía con la que andaba ahí ahí casi formalizando, se quita la máscara y muestra su verdadera cara de pura loca tergiversadora y manipuladora y se va todo al carajo.
Y desde el día 1 de junio, nos han modificado los horarios en el trabajo de forma que ahora tengo que hacer todos los días media hora más, de 56 turnos ampliados paso a hacer 77, todos los festivos a trabajar son de estar de apertura a cierre en la tienda, me bajan el sueldo (¡otra vez!) y me hacen los calendarios trimestrales, con lo que la planificación para hacer cosas a largo plazo queda bastante en entredicho ahora.
Así que con toda la MIERDA que llevo encima en las últimas semanas, he gozado como una puta perra en celo del trailer del Lords of Shadow 2, ya que es, de momento, la única puta alegría que me he llevado en lo que va de año.
Y todas putas. Sin excepción.
P.D.: No he visto nada de la tercera temporada de Canción de Hielo y Fuego (que Juego de Tronos es sólo el primer libro), pero por lo que sé que ha salido en el último capítulo, os aseguro que aún os faltan por ver muchas cosas que os van a dejar con el arse torcido.