Escrito originalmente por mr.siniestro Diabolus ers muuuuuuuuuuuuuuuuuu malo,terrorifiko y tétriko.X tus historias(y el insoportable calor ) n he dormio bien estos dias,incluso anoxe(y nos es coña) crei oir un nombre entre susurros,el nombre d una tia ni k decir q tube q dormir con la espalda pegada a la pared y con la sabana hasta el cuello......si eske no s xq coño leo st hilo
BIEEEEEEEEN:D si consegui que oyeras algo ya soy felis
:P la verdad a mi me parecio ver la sombra de una niña en la ventana
(no es broma:P)
hay van:D
GOLPES, PISADAS Y ESPEJOS
Juro por todo lo que más quiero, que esta historia ha sucedido realmente y que me ha sucedido a mí, en mi casa y en muchas ocasiones con amigos como víctimas y testigos.
Hoy vivo en un pequeño piso en Madrid, Alcalá de Henares pero por aquel entonces vivía en un chalet y en la misma ciudad.
El chalet tenía 3 pisos. En el más alto, las habitaciones, todo el suelo del tercer piso era de madera, en el medio estaba la entrada, el salón, la cocina y el comedor y en el bajo un par de habitaciones más la habitación de la colada y la cochera.
Los primeros años de vivir allí, yo tenía mis consolas con una televisión en una de las habitaciones del piso bajo. La casa estaba llena de espejos por todos lados que llegaban del techo al suelo, sobre todo el piso medio, a mi madre le encantan los espejos.
Por motivos que NO voy a revelar, en nuestra casa siempre había mucha actividad espiritual, yo no hice mucho caso al tema ya que al parecer esa actividad no era negativa y yo como todo ignorante hasta que no viese con mis ojos no creería. He tenido la suerte de no ver nunca claramente a un espíritu, ni tampoco de oír una voz o una respiración, (no como mi hermana) y digo suerte porque si alguna vez me hubiese pasado algo de eso no estaría aquí, del miedo me hubiese muerto. Sin embargo he vivido otras que prefiero recordar como algo normal y prefiero seguir siendo aquel ignorante.
LOS GOLPES
Más o menos tendría 14 ó 15 años cuando empezó todo, mis colegas y yo ya nos quedábamos hasta muy tarde y a veces hasta la entrada del sol. El lugar más frecuentado por todos era mi casa, siempre hacíamos fiestas en el piso bajo y muchas veces nos pasábamos la tarde jugando a las consolas. Tal era la cosa que por no andar abriendo la puerta todo el rato cuando mis amigos regresaban de merendar o cenar que decidí dejar la puerta del garaje abierta y como la puerta del jardín estaba rota, mis colegas pasaban sin la necesidad de llamar y entraban al cuarto de las consolas, de las fiestas y de vídeos caseros sobre cortos de películas de acción.
Como en todo grupo, no falta el típico bromista que a veces llamaba a la puerta de la habitación de fiestas y luego se escondía en la otra habitación o en el garaje y claro, al abrir no había nadie y hasta que le buscábamos y nos daba un susto... en fin. Cuando ya estaba muy entrada la noche y sabía que nadie más iba a venir, cerraba la puerta del garaje, una puerta que no se puede abrir desde fuera y que hace mucho ruido al abrir o cerrar.
Había un colega que casi siempre se quedaba hasta muy tarde jugando y a veces hasta la madrugada. Una noche, a las 2 y pico, mis colegas empezaban a marcharse como de costumbre para no exceder la hora límite que tenían algunos, otros por cansancio o aburrimiento. Tan sólo quedábamos el amigo de siempre y yo, viciándonos como todas las noches. Como no esperaba más visitas cerré la puerta del garaje y regresé a la habitación, cerca de ser las 4:00 de la madrugada oímos claramente como alguien llamaba dos veces a la puerta de la habitación, con golpes secos y fuertes como hechos con los nudillos. Yo pensaba que sería mi padre ya que él siempre llama antes de entrar y siempre lo hace de manera brusca y odia que esté hasta tan tarde. Abrí la puerta y no vimos a nadie, entonces nos vino a la mente nuestro colega tan bromista y fuimos a buscarle al garaje, al llegar recordé que había cerrado la puerta del garaje entonces ya algo nerviosos le buscamos sin hacer ruido por la casa, todos dormían.
Al día siguiente lo contamos como una anécdota y con el tiempo no lo olvidamos pero dejamos de darle importancia.
PISADAS
Mi habitación estaba pegada a la de mis padres y siempre oía cuando salían del cuarto (su puerta rozaba con el suelo de madera y hacía bastante ruido al abrirse), cuando se duchaban e incluso cuando hablaban oía murmullos. También era de las más cercanas a las escaleras y podía oír cuando subía o bajaba alguien, incluso por el sonido podía distinguir si era mi madre o mi padre o mi hermana. Las escaleras eran de madera y como muchos sabéis, la madera hace mucho ruido al pisarla y con el calor o el frío cambia un poquito de tamaño y emite chasquidos, lo podéis comprobar con el monitor de un PC, después de mucho uso, si lo apagáis, oiréis chasquidos parecidos a los de la madera, así que cuando llegaba la noche y me iba a dormir oía de vez en cuando chasquidillos.
Sin embargo, una de las noches, casi dentro del sueño me desvelé porque los chasquidos que estaba oyendo no eran los de siempre, pude distinguir como el ruido se producía de manera uniforme, no había una pauta aleatoria si no un mismo ritmo, era el mismo ritmo que emitía una persona cuando sube, os aseguro que ya estaba BIEN despierto, además por el sonido parecía una persona adulta, parecido al sonido que mi padre emitía al subir. Mientras el sonido se acercaba sólo se me ocurrió agarrar fuerte la sábana y recordé que mi cuarto tenía llave y casi todas las noche la cerraba... esa noche no la cerré.
El sonido llegó al tercer piso, seguí oyéndolo como si andasen hasta notarlo enfrente de mi puerta, entonces el sonido cesó y no volví a oírlo en toda la noche. A la mañana siguiente pregunté a mi familia si alguien se había levantado sobre esas horas y su respuesta no me dejó más tranquilo.
PISADAS 2
Para colmo esa no fue mi única experiencia con las pisadas.
Como siempre todo me pasó por la noche, yo ya estaba en sueño profundo pero algo anormal me despertó de mi sueño.
Cuando pude reconocer dónde estaba y que me había despertado de un sueño también pude reconocer un montón de ruidos en mi cuarto, no eran muy fuertes. Enseguida reconocí que eran pisadas, por el sonido parecían 2 personas, más bien 2 niños correteando por mi cuarto como si jugasen al pilla pilla. Acto seguido los pasos se alejaron como si hubiesen salido del cuarto corriendo y el silencio hizo acto de presencia otra vez. Al mirar a la cerradura de mi puerta y ver las llaves puestas pude recordar que esta vez sí había cerrado la puerta.
ESPEJOS
Estaba en el salón viendo la tele, era tarde y estaba cansado y aburrido así que decidí irme a sobar. Del salón a las escaleras hay un trecho pero como me conocía la casa apagué la tele y todas las luces. Como había algunas persianas con los agujeros abiertos podía ver lo suficiente como para no estrellarme con nada pero como tenía un poco de miedo a la oscuridad decidí ir medio corriendo a las escaleras.
Miré hacia la televisión mientras corría por si me había dejado algo encendido coincidiendo que donde miraba veía de reojo uno de los muchos espejos, entonces pude ver mi silueta que pasaba medio corriendo reflejada en el espejo como yo hacía, lo peor de todo fue que justo después de ver mi silueta en el espejo ví pasar OTRA.
Como podéis esperar cuando miré hacia atrás no ví a nadie y juro que lo que ví fue una silueta tan perfecta como la mía. Entonces recuerdo que fuí a la cama MUCHO más rápido y encendiendo todas las luces.
ESPEJOS 2
Esto es lo más gordo que me ha pasado y que recuerdo. Es tan fuerte que seguramente no os la creáis, de hecho, no creo que creáis ninguna pero siempre os quedará la duda de “¿y si fue verdad?”. Todas me han pasado y sé que esta será la menos creída.
Todas las habitaciones tienen un espejo que esta empotrado en la pared, llegan del techo al suelo. Mi cama está justo enfrente del espejo.
Era invierno y hacía mucho frío, tanto que no me dejaba dormir, así que decidí salir de la cama, encender la estufa y sentarme en la alfombra enfrente de la estufa y del espejo. Tampoco quise encender la luz ya que si mis padres viesen la luz por debajo de la puerta me echarían la bronca, sin embargo como yo no duermo a oscuras podía ver muy poco. La luz de una farola de la calle que entraba por los agujeros de la persiana me permitían ver mi silueta reflejada en el espejo, me quedé mirando a la zona de la cara, sin reconocer los ojos, ni la boca ni nada, solo la silueta, la luz no era tan fuerte como para dejarme ver mi cara. Entonces no sé si sabréis que al cerrar los ojos en la oscuridad podéis apreciar lucecillas, algo parecido me pasó al mirar a la zona de mi rostro reflejada en el espejo, solo que esas lucecillas formaban rostros, rostros deformes y de monstruos, claro que eso no me preocupaba lo mas mínimo, sabía perfectamente que todo era mi imaginación además me divertía viéndome con cara de monstruo, sin embargo la diversión duró poco. Sé diferenciar perfectamente cuando veo lucecitas de mi imaginación a lo que ví esa noche.
Al rato esos rostros imaginativos desaparecieron y acto seguido VI PERFECTAMENTE como mi cara reflejada en el espejo giraba mirando hacia otro lado lentamente y después volvía a mirarme pero yo distinguía que me estaba sonriendo, una sonrisa diabólica, en la que distinguí que enseñaba un poco los dientes y eran unos dientes afilados. Es difícil de explicar, no pude verlo con detalle sin embargo pude apreciar eso que os cuento. Estuve 3 ó 4 días en los que casi no conseguía dormir y solo lo conseguía con la luz encendida y con la tele encendida para no estar en silencio total.
FINAL
Quiero dejar claro que no he contado esto en orden de sucesos si no en orden de gravedad y también decir que aún hay un par de historias en las que varios de mis amigos se ven implicados pero que NO contaré ya que aunque estas que he contado pueden tener explicación científica, esos 2 sucesos que me faltan tienen una fácil explicación científica y no quiero a nadie dándome un por qué científico ya que todos los que estuvimos allí sabemos que no fue nada científico.
SUFRIMIENTO EN LA CAMA
Hola, sólo quería haceros partícipe de mi sufrimiento.
Desde pequeña he pasado noches horrorosas por mis supuestos sueños, yo los recuerdo como si no fueran sueños pues para mí que estoy despierta.
Una noche desperté sintiendo una fuerza en mí que me presionaba el estómago, no podía moverme, estaba inmóvil y tampoco podía perdir ayuda ya que era como si me estuvieran tapando la boca.
Oí que el teléfono sonaba, y cómo mi madre se levantaba para contestar; yo seguía allí sin poder moverme y no sabía cómo hacer notar que me estaban atacando.
No recuerdo cómo terminó aquéllo, pero llegó la hora de levantarse para ir a trabajar y le comenté a mi hermana lo mal que había dormido. Empecé a relatarle aquel sueño al mismo tiempo que me quejaba de mi dolor abdominal.
Al levantarme la camiseta mi hermana y yo nos quedamos perplejas al observar 2 manos marcadas en mi estómago, más que manos eran dedos claramente.
Las señales desaparecieron con el paso de los minutos.
Luego, hablando con mi madre le comenté quién llamó por teléfono a esas horas de la noche y mi madre me dijo que no contestó nadie, entoces me dí cuenta de que en esos momentos yo estaba despierta: no había soñado lo del ataque.
Mi madre me dijo que había oído cómo me quejaba pero como me suele pasar muchas noches no le dio importancia.
A veces me pregunto si fuí yo quien llamó por teléfono telepáticamente para poder pedir ayuda, no sé, pero lo que sí sé es que muchas noches recibo visitas y no son visitas en son de paz y lo paso muy muy mal.
Reirse del diablo
Bueno, esto le pasó al abuelito de mi abuelito que era muy escéptico, se burlaba de este tema y no creía en Dios, solo que su madre le había enseñado a rezar.
Cuando tenía 20 años, él era de Chilpancingo Guerrero, él era doctor -si así se les puede llamar a los que curaban a los enfermos de esa época-; bueno, él estaba cenando con su esposa y un señor llegó muy alarmado pidiendo que le ayudara con su esposa ya que estaba muy enferma, además en esa época las casas de ahí estaban muy separadas y el vecino más cercano estaba como a un km, y este señor vivía a las afueras de la ciudad.
Mi abuelito oyó lo que le pasaba a la esposa, tomó su caballo y se fue a la casa del señor. Al llegar ahí vio a la señora que tenía mucha fiebre, estaba a punto de morir. Le cambió las cobijas y todo. Como eran ya las 12 de la noche más o menos el señor se ofreció a acompañarlo pero él dijo:
"No se preocupe, su esposa lo necesita más que yo"
Entonces el señor le dijo que se quedara a dormir ya que tenía que cruzar un rio y todo el pueblo para llegar a su casa. El le dijo que no se preocupara y le dio las gracias. Entonces mi abuelito tomó su caballo y se fue.
Iba muy tranquilo y al pasar por un rio se dio cuenta que tendría que apurarse para llegar por lo menos a las 3 de la mañana a su casa ya que al otro día tendría que trabajar. Empezó a galopar un poco más rápido y como 15 minutos después de haber pasado por el rio se le apareció un cerdo negro con comillos y babeando.
El trató de pasar al lado pero este cerdo no lo dejaba pasar, entonces decidió tomar otro camino y el cerdo se le volvió a aparecer. Sin darse cuenta el cerdo le iba haciendo cada vez más atrás hasta que vio que ya se había acercado demasiado al rio, entonces empezó a gritarle groserías al cerdo pero mientras más le gritaba más se acercaba. Mi abuelito, que no creía mucho en eso, empezó a rezar y vio como el cerdo iba desapareciendo en partes.
Como pudo llegó a su casa pero no tocó ni nada, si no se quedó ahí, en la entrada y su esposa viendo que no llegaba iba a buscarlo... y lo vio en la puerta tirado. Lo metió y dos semanas después recuperó el conocimiento y se enteró que su caballo cuando llegó estaba muy incontrolable y había muerto.
El, al saber eso, les contó lo que pasó y dicen que aún no creía del todo en los espíritus ni en el diablo pero se abstenía de comentar o de burlarse de ellos y se volvió más religioso.
Bueno, eso es todo, perodó por la extensión, hasta luego y suerte, adiós.
La Muñeca
Pues yo siempre he sido un poco escéptica en temas sobrenaturales, pero puedo asegurar que después de esta experiencia ya lo voy a pensar antes de decir que no creo en nada de fantasmas o algo.
Todo empezó hace como 3 años, cuando yo aún solía juntarme en la casa con todos mis primos. Ese día mis tíos habían ido a un baile, y pues mi prima Ari y yo éramos las más grandes (teníamos como 12 ó 13 años) y por tanto nos encargaron a los pequeñines para cuidarlos en la casa de mis tíos.
En su casa hay un cuarto pequeño que era el de mi prima, donde decidimos quedarnos a jugar, mis primitos (y primitas) empezaron a brincar en la cama, cuando de pronto todos se quedaron quietos y nos preguntaron "¿A poco ya llegaron los papás de Ari?" a lo que respondí que no, pues había pasado como media hora desde que mis tíos se habían ido.
La razón del por qué me preguntaron, fue porque se oían ruidos afuera en la sala, y debajo de la puerta vimos todos como alguien pasó corriendo...¡¡Pero no había nadie afuera del cuarto!!.
Por otro lado, en el cuarto que quedaba en frente del cuarto de mi prima, hay una muñeca llamada "Dorita Grabadorcita" (así es su nombre), que mi prima tiene encima de un estante, (la muñeca no tenía pilas, pero nosotros no sabíamos); uno habla y se queda grabado en la muñeca, pues ese día, la muñeca se movía y hacía ruidos (como queriendo hablar), y para sorpresa nuestra vimos en su interior ¡¡y no tenía pilas!!. Todos salimos corriendo, y no hablamos mucho del tema, porque de verdad si nos asustó mucho eso de la muñeca...
A la muñeca ahora mi prima le tiene un miedo horrible, e incluso ella y su hermano han visto que sus ojos se mueven o que se les queda viendo feo, por eso ahora tienen encerrada a la muñeca en el cuarto que antes perteneció a mi prima.
No da tanto miedo, pero es una experiencia.
Nota By Diabolus: Esta la mejor:D
NUNCA MÁS UN JUEGO DE LA COPA
Era de noche. Muy noche. Era la madrugada de un viernes que estaba partido. El aburrimiento, o la lluvia, nos había llevado a hablar de historias oscuras. Muerte, vida después del más allá, resurrección, dioses, Lucifer, eran nuestros temas predilectos.
Todos sentíamos en nuestras espaldas un frío. Una lengua helada que correteaba por las vértebras. Escalofrío tras escalofrío. Siempre se busca más. Así fue. Un desquiciado propuso un juego. Juntamos unos papeles bien viejos. Amarillentos. Una copa de cristal. Nos cercioramos de que sea una copa de verdad. Especialmente de cristal. Cuanto más transparente, más atractiva para la llegada de los entes.
Nos sentamos en círculo. Todos apoyamos el dedo índice en el borde de la copa. Concentrados en que aparezca un ser. Al principio nadie quería invocar a nadie. Había respeto. Minutos más tarde. Finalmente, el más experimentado en estas cosas fue obligado a inaugurar este ritual repleto de mística.
- Háganse presente espíritus, dennos una señal.
Para que. La copa empezó a moverse. Nos acusamos uno al otro de moverla con los dedos. Pero nadie movía la copa. La copa se movía sólita. Primero a la P, para ir después a la E, dos veces a la R, para morir en la O.
Al instante, unos ladridos agudos retumbaban. Eran los perros del vecino. Sus ladridos socarrones hacían eco por todo el espacio. Saltamos del julepe. Era la verdad aterradora. Con nosotros había un muerto.
- ¿Eres un ser bueno o malo? -Preguntó con coraje el anfitrión.
La copa estaba quieta. No respondía.
- ¿Sos bueno? -Instó.
La copa seguía muerta. Todos pensamos que se había retirado.
- ¿Sos un espíritu malo? -Vociferó en tono burlón, como pensando que ya se había ido.
Nadie vio moverse la copa. Pero estaba al lado del SI.
- Por favor, ándate.
La copa sólo se dignó a hacer un movimiento constante, mecánico, macabro. ¿Una broma?. Iba y venía del número 6. Tres veces 6, dan 6-6-6.
- Perdona que te hayamos molestado. Ahora, por favor ándate.
No sabemos si en la madrugada la temperatura había bajado, pero todos sentíamos frío. De nuestras bocas salía vapor. Parecía una mesa de fumadores, con la excepción que nadie prendió un tabaco.
Los perros volvieron a ladrar desaforadamente. ¿A quién le ladraban? Un ladrón había entrado, pero no en la propiedad que cuidaban los perros. Más bien donde estabamos nosotros y nos robaba la tranquilidad.
- ¡Ándate! -Insistía con gritos. Sin éxito.
La tensión se mantuvo hasta que por fin una de las chicas que estaba allí no aguanto más y tocó un crucifijo que tenía en el cuello. Rezó bajito el padrenuestro. La copa murió. Y se rajó al medio. La pesadilla no había terminado. No para nosotros. Quemamos los papeles. Prendimos todas las luces. Abrimos las ventanas. Uno de los pibes había tomado un mazo de cartas, dispuesto a jugar. Tenía ganas de comenzar una partida de un truco con pica pica. Había ganas. Había. Se fueron cuando tiramos reyes. Salieron tres seis al hilo. Nunca más un juego de la copa.
Ale espero que no podias dormir:D que oigais risas,voces,veais sombras enfin que entreis en el mundo de lo paranormal:D
Como se me va la olla:P venga que lo disfruteis;) espero que os gusten;)
P.D: Como dije no son esperiencias mias sino de otra gente