triki1 escribió:eRiKaXPiReNCe escribió:
Había de ser como cuando el Fallout 4, que se anunció a 5 meses de que saliese o por ahí.
Deberia haber una ley por la cual seria obligatorio lanzar un juego en un plazo de un año como maximo despues de su anuncio y en caso de no cumplir una reduccion de por ejemplo un 3% sobre el precio de venta oficial por cada mes de incumplimiento.
Edit: Para jugar a la copia fisica del Avatar se necesita descargar el parche del dia 1( para jugar sin conexion necesitas antes descargarte el parche) y para todo el mundo hacerte una cuenta de Ubi, con dos cojones
https://www.resetera.com/threads/avatar ... ch.791877/
Como simple curiosidad, en realidad sin necesidad de una ley algo así ya lo hizo Atari con Epyx en la Lynx, con erótico resultado. Epyx creó la Handy de cero pero no tenía manera de producirla por temas económicos, Atari llega a un acuerdo para rebautizarla como Lynx y tener a Epyx como desarrolladora de videojuegos para la máquina, por los que pagaría... siempre que se entregaran en plazo y tras control de calidad de Atari. Un win win, Atari tendría una consola con su nombre con la que intentar recuperar la posición perdida en el mercado y Epyx aseguraba que Atari compraría X juegos al año, asegurando la rentabilidad de la empresa.
El resultado fue que Epyx enviaba los juegos a Atari pero Atari los devolvía, SIEMPRE, lo más tarde posible (se habían asegurado un plazo grande, 60 días, para decidir si estaba listo o no para la salida, y que durante todo ese tiempo el plazo de entrega no dejase de avanzar) alegando que había bugs insalvables que, existieran o no, a Epyx no le daba tiempo a corregir antes de la fecha límite, así que cuando los enviaban fuera de plazo, Atari le pagaba una cantidad inferior a lo acordado (pero los publicaba, por supuesto, a precio habitual).
La historia acaba, obviamente, con Epyx en bancarrota y Atari aprovechándolo para comprar el proyecto a precio de saldo y quedárselo en exclusiva (cosa que le sirvió de poco por que, como ya sabemos, la Game Boy se las comió a todas). Bienvenidos al mundo de las negociaciones "libres" entre dos partes claramente desniveladas en fuerza.