No la cagemos con sex, no la caguemos.
LA VANGUARDIA:
Seis seguidores del Chelsea fueron detenidos anoche por la Guardia Urbana, acusados de desorden público y lesiones, tras protagonizar un fuerte altercado en un bar de Travessera de Les Corts, en el que resultaron agredidos el dueño del establecimiento y dos clientes. Ya de madrugada, se registraron también incidentes de cierta gravedad en la zona de Plaza de Catalunya y la Rambla.
Jose Antonio, dueño del bar Copán, sufrió una herida en la oreja tras ser golpeado con un palo. "Ha acabado el partido, ha salido la gente del estadio, han entrado socios del Barça a tomar una cerveza y a celebrar el triunfo. Entonces han llegado quince o veinte seguidores del Chelsea. Han lanzado un barril contra la vidriera del bar. He salido yo primero, y muchos clientes se han liado a mamporros. A mí me han golpeado con un palo en la oreja derecha", relató a RAC1.
En Canaletas se produjo la detención de un inglés y un español, por los Mossos d´Esquadra, que acudieron a rescatar a unos hinchas del Chelsea acorralados en el interior del bar Jules Verne. Tras varias cargas, los alborotadores concentrados, unos 1.300, se dispersaron por la Rambla y la Plaza de Catalunya, tras lanzar toda clase de objetos a las fuerzas del orden, además de quemar contenedores de basuras
SPORT:
Seis ‘hooligans’ británicos fueron detenidos anoche tras causar lesiones al propietario de un bar y a dos clientes y causar destrozos en un establecimiento después de terminar el encuentro que disputaron el FC Barcelona y el Chelsea, según informó la Guardia Urbana de Barcelona.
El propietario del establecimiento sufrió una herida en la cabeza al recibir el impacto de una botella durante los incidentes, que se produjeron pasadas las 11 de la noche en la taberna Copan de Barcelona, situada la Travessera de les Corts, junto al Camp Nou.
Los seis hinchas del Chelsea arrestados están acusados de presuntos delitos de lesiones, daños y desórdenes públicos, según informaron las mismas fuentes.
Fue la cara amarga de unos aficionados del Chelsea, que en número aproximado de 8.000, se apoderaron ayer al mediodía del centro de Barcelona, haciéndose notar con sus inconfundibles colores azules, sus enormes banderas blancas con la cruz de San Jorge, los inevitables tatuajes dibujados en brazos adiposos en lo que antes era músculos trabajados, barrigas asomando descaradas de los pantalones tejanos de falsificación, camisetas de manga corta porque esta temperatura para los londinenses de ‘pro’ es canícula pura, cabezas rasuradas o guarnecidas con gorras horteras y cerveza, sobre todo litros y litros de cerveza para acompañar las horas previas al partido. A diferencia de lo ocurrido anoche, apenas hubo incidentes que lamentar.
EL PERIODICO:
No todo fueron alegrías anoche. Un grupo de unos 15 seguidores del Chelsea destrozaron el bar Copan, en la Travessera de Les Corts, minutos después de terminar el partido, según explicaron varios testigos. Los Mossos d'Esquadra arrestaron a seis hooligans que participaron en el ataque al establecimiento, acusados de presuntos delitos de lesiones, daños y desórdenes públicos. El propietario del local sufrió una herida en la cabeza al recibir el impacto de una botella, y otros dos clientes también sufrieron heridas leves.
Según varios aficionados del Barça que presenciaron el ataque, los aficionados ingleses entraron "a saco" en el establecimiento, que estaba lleno de gente, y empezaron a romper el mobiliario. "Rompieron el escaparate, toda la cristalera e incluso los vasos volaban hacia la calle", contó aún estupefacto un testigo, que corrió a avisar a un guardia urbano que estaba regulando el tráfico de la salida del Camp Nou. Al rato, una patrulla de los Mossos se presentó en el lugar del ataque y pudo detener a seis personas.
En la Rambla de Canaletes y zonas cercanas, por otra parte, se produjeron pasada la medianoche varias cargas de los Mossos para disolver a numerosos grupos de seguidores de los dos equipos que causaban incidentes y detrozaban mobiliario urbano.
EL MUNDO DEPORTIVO:
La victoria del FC Barcelona sobre el Chelsea no pudo acabar con tan buen sabor porque un grupo de seguidores del conjunto inglés provocó una serie de incidentes a la finalización del encuentro del Camp Nou en diversos puntos de la Ciudad Condal.
En el centro neurálgico del barcelonismo, la Rambla de Canaletes, ya se habían congregado muchos aficionados para celebrar la clasificación cuando un grupo de seguidores del Barça se enfrentó a otro del Chelsea, formado por una veintena de personas, que estaba en un bar. Poco a poco la tensión fue en aumento hasta el punto de que ambas aficiones se enzarzaron en una pelea que obligó a la Policía Autonómica antidisturbios a intervenir.
Sin embargo, el más grave se produjo mucho más cerca del Camp Nou, en la Avenida Joan XXIII, cuando una persona recibió una agresión, al parecer con arma blanca, por parte de un grupo de hooligans. Poco después, en la Travessera de les Corts, otro grupo de aficionados del Chelsea rompió a patadas las lunas de un bar cercano, causaron diversos destrozos dentro del local y luego huyeron a la carrera. Finalmente fueron detenidos seis de estos aficionados, acusados de delitos de lesiones, daños y desorden público. Algunos clientes, que celebraban la clasificación azulgrana, resultaron heridos con diversos cortes en las manos al haberles caído encima los cristales. El dueño del bar, en comunicación con RAC 1, lamentó que sólo se personara en su local una patrulla de la Guardia Urbana, que únicamente pudo certificar los destrozos