Esos Warriors no están bien, y cuando un equipo está acostumbrado a que les salga todo y se bloquean, malo. Contra los Thunder les vino a ver la virgen con las rachas imposibles de triples de los splash brothers y los fallos infantiles de Durant y Westbrook, pero estos Cavs no aflojan y están en modo dios. En cualquier caso, que no se olvide aquello sobre el corazón de un campeón, pero mucho tiene que cambiar la final.