No sé si es un reflejo de la sociedad, que la NBA es marketing puro y duro o que la abuela fuma en pipa, pero este rollo de equipos que en realidad son un solo jugador me tiene asqueado. Individualidad elevada a tirarse las pestañas. El miércoles LeBron subiendo la bola para jamarse la posesión el solito durante medio partido, Harden con superglue en las manos y otros ciento cincuenta mil casos similares. Todo un festival de medición de rabos que cada vez me interesa menos. Muchos las meten, pero señores, esto es un deporte de equipo, de cincos troncos que luchan por meter la pelota en una cestita. Pero no, ahora esta de moda el rollo obra española, donde uno trabaja y cuatro miran.