¡Bandas y mazmorras!
Como un torneo deportivo medieval, hacer “raids” en Age of Conan es progresar gradualmente hasta llegar al gran final. Las mazmorras serán asaltadas por grupos de 24 (pienso que 16 jugadores con mucha habilidad podrían hacerlo) en tres frases; completando cada una tendrás acceso a las habilidades y al equipo que necesitas para avanzar.
Dimos un paseo con uno de los desarrolladores por la fase dos de un raid a Kheshatta, mazmorra hogar del malvado mago estigio (y el más poderoso hechicero de la tierra) Thoth-amon. El juego en total tiene tiene mazmorras “raideables” que contienen 20 enfrentamientos, todos con jefes finales; y algunos, como en este caso, con múltiples jefes finales a la vez. Todos los jefes finales se regeneran con el tiempo, y todos tienen uno o más comportamientos especiales. El primero que vimos, un dios de piedra, crecía incrementándose su dureza a cuanto más tiempo estuviera en combate: podía invocar esbirros y dejaba un rastro de nube tóxica, que quitaba vida por toda la habitación.
El siguiente objetivo era un par de súcubos de hielo y fuego, quienes demostraron que los grupos tendrán que adaptarse a las necesidades de la situación. El truco con estos dos era el siguiente: dividir y vencer, luchando ambos súcubos simultáneamente y manteniéndoles lejos uno del otro, porque cuando más cerca estén, más peligrosos serán.
Después de esto, nos dirigimos contra un lanzador de hechizos protegido por un escudo de fuerza que invocaba oleadas de gusanos demonios, todos con diferentes habilidades –ver la última oleada de 74 mobs rodeando al grupo era como ver dos gemelas en un centro comercial que se acaban de enterar de que Hannah Montana está por allí (es una actriz-niña de una serie americana adolescente). Una vez más, la adaptación del grupo es la clave, ya que algunos jugadores deberán equiparse para atacar a un determinado tipo de demonios, por lo que el grupo tiene que adaptarse en el momento, según llega cada nueva oleada, en los papeles adecuados de ataque y defensa, con luchadores de melee batiendo sus grandes armas para dañar a múltiples objetivos a la vez, mientras los magos se concentran en áreas de efecto.
Al final, nos encontramos con un comandante demonio que nos examinaba con su malvado olfato y quien nos teleportó lejos antes de que pudiéramos ocuparnos de él, invocando toneladas de engorrosos esbirros en su lugar. Además creó una ilusión que cubrió el suelo de agujeros, en los que si caías te separabas del grupo, reduciendo a los atacantes… Después de esta “pequeña travesura”, se transformaba en un minotauro demonio gigante con una cola hecha de serpientes, y con habilidades de derribo. ¿Hemos mencionado esos agujeros en el suelo? Argg… Pero todo merece la pena, y eliminarle hará que consigas una excelente recompensa (crucial) para seguir avanzando al tercer anillo/fase de esta mazmorra.
Los desarrolladores estimaron que los combates con jefes finales tomarían entre 5 y 15 minutos cada uno, después de haber muerto unas cuantas veces y entendido la mecánica. Las “raids” llevarán entre 1 y 3 horas de tiempo para completarse, y querrás estar para ganar, porque morir en medio del combate supone que no puedes unirte al combate en esa fase hasta que el jefe final sea derrotado o todo el grupo caiga.
Afortunadamente las mazmorras se pueden completar por fases, por lo que una mazmorra de tres frases puede completarse en tres diferentes asaltos, mientras que no pase una semana desde el comienzo de la primera fase. Y para los lobos solitarios también habrá acción, ya que esto estará abierto a clanes y a grupos informales.
• Grandes mascotas •
Aunque no las veas hasta un momento más tardío del juego, y por supuesto no en los primeros veinte niveles, serás capaz de hacerte con un mamut. En el lanzamiento rinocerontes, caballos y mamuts viajarán por Hyboria, lo harán cuando sus futuros dueños alcancen un nivel determinado.
No sólo son buenos para llevarte a dar una vuelta en sus lomos, ya que los jugadores podrán luchar montados, y eventualmente podrán usar las monturas como arietes durante los asedios (pienso que no puedes llamar a tu “mascota” en una mazmorra, algo bueno, porque ¿quién quiere oler excremento de mamut en un espacio cerrado?). Cada montura tiene diferentes habilidades, y cada una se maneja de forma diferente, según su tamaño y maniobrabilidad. El mamut es lento y le es más difícil girarse sobre sí mismo, pero es muy fuerte; mientras que el rinoceronte es sólido pero vulnerable en los flancos. El caballo por otro lado es más ágil pero menos poderoso en combate. Cada una tiene animaciones únicas, como por ejemplo, cuando seleccionas a tu mamut y en lugar de aparecer “mágicamente” en lo alto de su lomo, tu personaje trepará en escalada, ¡como un verdadero bárbaro!