A estos cretinos tendría que caérseles el pelo, coño.
Bastante hay que aguantar ya los peligros de los ciberterroristas de verdad (aunque por el momento van más orientados al espionaje industrial y de inteligencia que otra cosa) como para que encima se junten payasos con ganas de notoriedad al circo.
Y encima con la chorrada de la bomba en el avión, más motivo para que los empapelen. A ver si así aprenden a rascarse los güevos con estropajo, si es que les pican las ganas de hacer algo para que los conozca todo el mundo...