Los argentinos son orgullosos y se sienten por encima de peruanos, ecuatorianos, venezolanos... incluso de los brasileños, pero en fútbol, ahora mismo no están por encima de nadie en sudamérica. En clasificación, están ahora por encima de algunos, sí, y en poner nombres pomposos sobre el tapete, pero en generación de fútbol no tienen nada más que el resto. Y lo peor es que no tienen la dignidad para reconocerlo. Inventan, venden humo e intentan ir de especiales, cuando están para colgar balones al área a lo que salga. Sólo así irán al mundial, como toda la puñetera vida.
Y luego muchos sudamericanos sacan pecho de que sus clasificatorias son lo más, súper competitivas, nada que ver con el timo de las europeas, pero en realidad sólo saben ponerse trampas los unos a los otros. Ponerse a jugar en patatales, a 40 grados y 80% de humedad, a 3500 metros de altura... para matarse los unos a los otros. Y los argentinos, tan especiales que creen ser, entran en ese juego. Los únicos que van a su puta bola son los brasileños. Alguna vez les podrá salir mal, pero por eso son lo mejor en fútbol que hubo, hay y habrá en sudamérica.