[Hilo Oficial] Gran Turismo 5

Más grande, más bonito, más espectacular, pero, ¿mejor?

Desde que supimos de su desarrollo, la comunidad jugona hemos esperado con ansía el título de conducción de Poliphony Digital, el cual debería alcanzar unas cotas de calidad inimaginables, tanto gráfica como jugablamente, y suponer un referente en el género. Pero esto no eran más que suposiciones que alimentaban un hype cada vez más grande gracias a todas las imagenes y videos que soltaba a cuentagotas la compañía dirigida por Yamauchi. La realidad es distinta, pero no por ello decepcionante.

Para entender esta review hay que dejar claras varias bases, la primera, el redactor, osease, yo, le tiran mucho los simuladores de PC, por lo que la crítica va ser aún más ácida si cabe. Y por otro lado, me considero un poco fanboy de la legendaría saga automovilística de Sony, por que lo habrá más de un sentimiento encontrado.

Lo primero de todo, la gran duda que tiene cada jugador que pretende hacer el gran desembolso que supone este título, NO es el juego de coches definitiva y TAMPOCO supone una gran revolución del género, pero no deja de ser un grandísimo juego de conducción que hay que analizar como lo que es, un videojuego para la actual generación de consolas, en un catálogo desnutrido de títulos de estas características en la consola de Sony.

Para comenzar este análisis, lo mejor es empezar por el apartado audiovisual, el cual roza un nivel altísimo, pero no son las imágenes mostradas en ediciones anteriores de Gamescon ni E3. Cabe diferenciar que entre los más de mil coches con los que cuenta el juego, encontramos unos 250 de una calidad brutal, representados al milímetro con todo lujo de detalles, incluyendo salpicadero o el interior de los faros, siendo un espectáculo visual, tanto en el modo jugable como en el de repetición, llamados por Poliphony como coches Premium. A su vez, también están los 800 coches restantes, que cuentan con un acabado más que notable, los cuales son una reconversión a HD de los coches de anteriores GT, desde PSX a PSP, estando realmente conseguido, denominados Standar por la propia compañía. A pesar de estar realmente conseguidos, al ser comparados con los anteriores, desmerecen bastante, debido a la inestimable calidad de los primeros. La otra gran diferencia entre ambos es que los Premium cuentan con una cámara interior que nos pone en la piel del piloto, consiguiendo una inmersión total, ya que los interiores están fielmente retratados de sus homónimos reales, mientras que la segundos, solo cuentan con la cámaras características de la saga, es decir, capó, techo y tercera persona, echando mucho en falta la cámara subjetiva, aun que sea una genérica para todos los vehículos, cinemática que no confió que la incluyan a través de parches.

En cambio, si que es más que necesario una actualización de cara a la mejora de las sombras y algunos modelados, ya que el perfil de la proyección de nuestro coche en el asfalto, con unos picos de sierra muy considerables, empeoran considerablemente la calidad gráfica del juego, fallo tan evidente y “doloroso” para la vista que consigue hacer creer que la calidad del juego no es tan potente como realmente es. Otro detalle a tener en cuenta es la sublime recreación de circuitos, tanto ficticios, como el urbano de Madrid, conocido como Circuito del Sol, el cual muestra todos y cada uno de los detalles de esta ciudad, desde el cartel de las estaciones de metro, hasta la colocación de los buzones, pasando por la Puerta del Sol, el retiro o la Puerta de Alcalá, como reales, la recreación de Nurburgring Norchfield es simplemente, genial. Los baches, desniveles, pianos o zonas de poco “grip” están realizados con un mimo y un cariño que hace que el juego consiga un carisma olvidado en la saga. Quizás hay pocos circuitos reales, y los importados de anteriores ediciones cuenten con escenarios ligeramente vacios, pero se nota un gran trato por parte de los desarrolladores por mantener fiel el espíritu de cada circuito, para transportarnos a cada uno de ellos de una forma inmejorable, aun así, los efectos del agua, tanto en lagos que bordean el circuito, como en forma de lluvia no termina de convencer, además de que con esta climatología, se observa una niebla muy molesta, bastante parecida a la que nos encontramos en juegos como Silent Hill, que complica demasiado la vida del piloto al volante.

En cuanto al sonido, cada coche tiene una reproducción bastante fideligna del motor de su homónimo, lo cual es de agradecer, ya que podremos diferenciar sin ningún problema el tipo del vehículo en el que nos encontramos gracias al rugir de sus tripas. Todo lo que envuelve a una carrera, como el ruido de nuestros contrincantes o los aplausos y gritos del público, especialmente patentes en carreras urbanas, están también recreados con mimo, y consigue un conjunto más que notable en este apartado. Hasta los molestos chirridos de las ruedas parecen más reales que nunca. Por contra, encontramos un error que ya se puede considerar parte de la saga, el sonido que recrea los golpes y accidentes. Desde dentro del coche sigue pareciendo que estamos haciendo chocar dos cajas de cartón, lo que le resta algún punto de inmersión en este apartado.

Pasamos al otro factor decisivo, la jugabilidad. Por primera vez en la saga, y tras muchos y muchos coches virtuales pasados por mis manos, me gustaria decir que esta vez si es “The Real Driving Simulator”. Los seguidores de Live for Speed, rFactor o iRacing no aplaudáis aún, ya que se encuentra un escalón por detrás de estos, pero nada más, no a años luz como ha pasado con todos los títulos de conducción en consolas. Siempre podremos activar ayudas y jugar de una forma mucho menos sofisticada y bastante sencilla, pero así se desvirtúa completamente las sensaciones que pretende mostrar el juego. Jugando de la manera más real posible, el título trasmite lo que pretende, estar al mando y control del coche gracias a unas físicas en carrera que quitan el hipo, a un gran reflejo de las características de cada coche, siendo muy distinto conducir un vehículo que tenga tracción trasera, delantera, neumáticos blandos, una amortiguación más rígida... Al jugar desde la zona más real posible, nos damos cuenta de cada pequeño tirón que da el coche, notamos como se nos marcha la parte de atrás, o hemos atacado un piano a demasiada velocidad, consiguiendo que con tacto y paciencia, solamente por la reacción del coche, seamos capaz de evitar un trompo o una inoportuna salida de pista. El problema sigue siendo el mismo que en ediciones anteriores, no se penaliza prácticamente nada el juego sucio en pista, ya que los daños son casi anecdóticos, y en circuitos urbanos, podremos usar la clásica estrategia pinball ( ir rebotando de guardarrail en guardarrail) para ganar la carrera.

Otro detalle que no nos ha gustado ha sido la nula mejora de la IA con respecto a versiones anteriores, consiguiendo un efecto Scalextric que le resta realismo. En el momento que intentamos un adelantamiento y nos cruzamos en la trazada de un coche rival, teniendo este todo el espacio y tiempo del mundo para maniobrar, normalmente acaba contra nosotros, por no hablar de los adelantamientos, que normalmente son movimientos de choque contra nosotros.

Por supuesto, para conseguir este alto grado de inmersión necesitas un volante que se adecue a las altas exigencias del título, ya que los motores Force Feedback son los que proporcionan esta gran cantidad de detalles que con nuestro DualShock pasan completamente desapercibidos. Sigue siendo un misterio como Logitech no le ha dado apoyo oficial a sus volantes de más alta gama, G25 y G27, los cuales responden a la perfección, pero no pueden ser configurables, mientras que otros de una gama más baja, como el DPF o Thursmaster, sean completamente configurables. Según comento Yamauchi hace pocos días, se espera que en próximas actualizaciones podramos cambiar el mapeado de botones en estos volantes a nuestro antojo.

Otro factor que influye muy positivamente en el juego es la ingente cantidad de vehículos que tenemos a nuestra disposición, siendo esta vez mucho más variados que en ediciones anteriores, contando con Karts, Nascar, WRC, F1, 24 H de Lemans, turismos de calle, de competición...
Gracias a esto tenemos una de las experiencias off-line más gratificantes que se han obtenido jamás en un juego de conducción, ya que nunca se tiene sensación de monotonía. Este modo, conocido como Mi GT, te da la oportunidad de crearte un piloto desde 0, y empezar a competir desde el momento que compres un coche. Debido al bajo presupuesto con el que contamos al ser un piloto novato, debemos acceder al mercado de segunda mano, donde los coches van variando cada día, y tendremos la oportunidad de encontrar verdaderas gangas, o coches bastante trillados a los que deberemos cambiarle el aceite, o los neumáticos. Este el punto de partida, teniendo en nuestra mano infinitas oportunidades. Desde ese momento contaremos a nuestra disposición el modo A-Spec, el cual consiste en ir compitiendo mientras avanzamos en nuestro nivel de experiencia, que empezará en 0, y nos dará la oportunidad de poder conducir turismos cada vez más potentes y rápidos. La cantidad de copas, torneos y carreras disponibles es brutal, y se encuentran divididos en modos de dificultad, desde principiante hasta extremo.

Entre carrera y carrera si deseamos dejar de conducir para tomar las riendas del box, tenemos la oportunidad de hacerlo, al igual que en GT4, gracias al modo B-Spec, dando órdenes a un piloto ,también creado por nosotros, desde detrás del muro, teniendo en cuenta la faceta de psicólogo, ya que necesitaremos calmarle en los momentos de mayor tensión para que no cometa fallos, al igual que deberemos animarle para que no pierda la concentración. Por supuesto, también contamos con las características licencias tan conocidas por los amantes de la saga, con retos no excesivamente complicados de superar pero si realmente difíciles para alcanzar los récords que nos propone la máquina, con pruebas de los más variopintas que pasan desde aprender a frenar a conducir por nieve, pasando por aprender adelantar usando rebufo o realizar una trazada perfecta de una curva.

Pero sin duda, donde GT5 da un soplo de aire fresco es en el apartado de eventos especiales, donde, gracias a las numerosas licencias con las que cuenta, tendremos diversos desafíos en karts, WRC, o incluso, una inverosímil carrera de furgonetas VW en el mítico circuito de Top Gear, que otorga al juego un carácter distinto, además de romper con la linealidad y monotonía de estos juegos. Aparte de todas sus bondades, el juego tiene algún que otro fallo que debe mejorar de cara al siguiente título de la saga, como los menús, los cuales son mucho más engorrosos que en anteriores entregas, o el sistema de compra de vehículos, donde echamos de menos el clásico mapamundi, donde encontrar un coche, especialmente de segunda mano, no suponía una odisea. Otro error que sorprende a estas alturas de la serie, es el hecho de no poder no solo guardar, si no ni si quiera pausar el juego en las carreras de resistencia de menos de 24 horas. Realizar una carrera sin paradas “a boxes” como comer o ir al baño de 2 o 3 horas puede ser factible, pero una de 9, se nos antoja directamente imposible. Además dudamos mucho que la actual generación de consolas aguanten semejante trabajo.

En cuanto a la faceta multijugador, el título responde perfectamente a una necesidad tan olvidada en esta generación, opciones de pantalla partida para dos jugadores, dando la oportunidad de alargar aún más la vida del juego. Con respecto al multijugador online, en el momento de realización de esta review sigue siendo imposible acceder a él debido a la saturación de servidores, pero confiamos en que con mejoras en estos y nuevas actualizaciones la experiencia multijugador por internet mejore de manera exponencial.

Por último queda hablar de los demás modos de juego, como el arcade, que nos permite echar unas partidas rápidas con numerosos coches en cualquier circuito de los que propone el juego, el modo drift, que consiste en realizar derrapes hasta conseguir una puntuación mínima que nos permita seguir avanzando, y el clásico contrarreloj, en el que lucharemos contra el tiempo para tratar de superarnos. Otra caráctirística nueva en la saga es la incursión de un editor de circuitos, a pesar de que no nos ofrece todas las posibilidades que nos gustaría, si puede alargar, aún más la vida del juego, ya que permite crear un circuito eligiendo diversos parámetros como pendiente, número de sectores, tipo de terreno e incluso, hora del día, para que la máquina lo genere de manera aleatoria según las indicaciones que le hallamos dado.

En definitiva, estamos ante un título que, sin suponer una gran revolución en el mundillo de la conducción, cumple completamente con lo que se puede pedir de un título de estás características, ampliando todo lo visto hasta el momento, pero no innovando. No es el juego que nos prometieron, pero en esta generación de consolas, poco más se puede pedir. Además, el juego seguirá en continuo desarrollo según ha confirmado Yamauchi, director creativo del juego, ya que intentarán enmendar la mayoría de errores gracias a parches y actualizaciones que saldrán casi todos los meses. Un juego que se deja jugar por cualquier jugador y una cita obligada con aquellos que tienen el automovilismo como pasión.