En mi humilde opinión y tras un par de horas de juego (estoy en
), mis impresiones son que estamos ante un Silent Hill notable, que hereda bastante de la película (tanto estéticamente como en algunos enemigos y situaciones) y que cumple sobradamente con lo que se espera de la saga de Konami.
En cuanto a gráficos, como todos los seguidores sabemos, no es algo que tenga especial relevancia en Silent Hill, aunque a mí me parecen más que correctos. No sorprenden en ningún momento pero tampoco lo necesitan, pues el objetivo de un Silent no es la espectacularidad gráfica, sino hacerte sentir esa presión que haga que tengas que tomarte un descanso de vez en cuando para salir de ese mundo bizarro en el que avanzar se convierte en un ejercicio casi masoquista
Cierto es que a nadie le amarga un dulce y que los que disfrutamos de la 3ª entrega, nos maravillamos ante la expresividad de los personajes y el detalle de los escenarios, pero aunque este Homecoming no suponga tal impacto respecto a otros juegos de hoy día, se las apaña de maravilla para meternos en su enfermiza ambientación y que lo pasemos realmente mal.
Los cambios implementados en la jugabilidad, todo un acierto en mi opinión; sin caer en el error de convertir al juego en un título con demasiada acción, el protagonista ahora goza de más agilidad que Harry, James y Heather juntos (justificable, por otra parte, por su condición de soldado), dotando a los combates de cierta estrategia y convirtiéndolos en algo más que un ejercicio de machacar carne, lo que aumenta en cierta medida la tensión de avanzar por los escenarios sabiendo que las luchas requieren de cierta habilidad por nuestra parte.
La música, como siempre, al gran nivel que Yamaoka-san nos tiene acostumbrados, con composiciones de tintes tristes que evocan esa melancolía que siempre desprende el pueblo maldito (mención especial a la que nos acompaña durante
) y los efectos sonoros, espeluznantes como siempre (nunca me podré acostumbrar a caminar tranquilamente entre esos quejidos, sonidos metálicos chirriantes y estruendosa maquinaria de fondo). Recomiendo encarecidamente jugarlo con un buen equipo de altavoces o, en su defecto, con unos buenos auriculares. Yo juego con un 5.1 de Creative y la verdad es que verte perseguido por algún monstruo y escucharlo correr tras de ti no tiene precio. Por no hablar de los sonidos ambientales, estrés puro y duro.
Y poco más que añadir, recalcar que para mí se trata de un Silent Hill que, como decía un compañero más atrás, cumple sobradamente. Pequeños defectos son, en mi opinión, la extrema oscuridad en algunas ocasiones en las que ni siquiera he podido diferenciar bien las puertas (más que nada porque la linterna alumbra muy poco, menos que en anteriores entregas) y cierta lentitud a la hora de girar la cámara (al menos yo echo de menos una cámara algo más rápida). Defectos que no hacen que mi nota baje del notable, siempre y cuando la historia, que es lo que al final acaba haciendo de los Silent Hill auténticas obras maestras, cumpla. De momento, me mantiene en vilo y hace que mi vena masoquista siga sin dejarme soltar el pad
¡Un saludo!