Consejo para muchachos tímidos que quieren ligar: "Iniciar una charla con una observación sobre el entorno".
Esta tarde fuí a una tienda de Airsoft en las afueras de Edimburgo para cambiarle el muelle, el pistón y ponerle un cargador de alta capacidad a mi
grapadora.
A la vuelta, en la parada del bus había una chica rubia, bajita, preciosa, con unos ojos verdes enormes, unos labios de lo más besables y un culito redondo y respingón de los que no se ven a menudo por estas latitudes (qué queréis, las mujeres en UK son más de tener tetas grandes que culos bonitos). Iba vestida con un top a rayas blancas y negras y unos pantalones de un material elástico negro (¿Spandex? ¿Lycra?) que resaltaban su figura.
Quería decirle algo, pero no se me ocurría qué. A todo esto pasó un autobús, el 29 "La Mano Ganadora" (aquí
los autobuses tienen apodos serigrafiados). Así que en un alarde de ingenio se me ocurrió usar eso para iniciar una charla:
Yo: - Oye, a lo mejor tú sabes decirme por qué los autobuses en esta ciudad tienen apodos.
Ella: - ¿Cómo?
Yo: - Sí, por ejemplo ese, el 29 "La Mano Ganadora", o el 49 "El Líder de la Manada".
Ella: - Pues... no lo sé.
Yo: - Ah, siendo de aquí se me ocurrió que quizás tendrías alguna idea, porque aunque sea una tontería, siempre que veo uno me pregunto lo mismo...
Ella: - ¿Eres norteamericano? ¿O quizá canadiense? Tienes un acento muy bonito.
[...]
Et Voilá! Historia verídica.
Por desgracia dos minutos despues, antes de poder conseguir su número de teléfono, o siquiera su nombre, su autobús llegó y la perdí. Cuando el bus arrancó ella no dejó de seguirme con la mirada. Lo sé porque yo hice lo mismo. Tendría que haberme subido a ese autobus aunque me llevara al lado opuesto de la ciudad.
Voy a postear un anuncio en la sección de "desencuentros" del periódico
p.d. Este tipo de estrategia sirve tambien para chicas, por supuesto. Y para situaciones normales, ni siquiera para ligar. Es una excusa tan buena como otra cualquiera para empezar a hablar con otra persona y
romper el hielo.