Es brutal... Es un impulso asesino, son mis dedos deslizándose en este frenesí de hormonas. Son mis uñas mordidas, es el tic de mis ojos. Son las noches sin dormir, presión. Presión en el centro que se revuelve como una serpiente atrapada. Tiembla, tirita... No deja de moverse ¡Muere ya! ¡¡Detente!! Descansa tus tristes ojos cansados de esta postal. ¡Duerme! Oscurece tus retinas, deten la señal sónica de tu cerebro y ahora despierta y mira a tu alrededor. Descubre mis nuevos colores. Olvida. ¡¡Vete lejos de aquí, pesadilla! Que tiemblen tus nudillos en el odio eterno de un abismo, que tu boca se desencaje colgando como una marioneta, y aprende. Aprende que los niños mayores ya no juegan contigo a la pelota, que todo el odio negro se avalance sobre tí, para ver cómo las tinieblas te rodean.
Atiende: Esta niña ya no es niña. Ya no come piruleta. El tiempo se me ha sepultado... Y entre una escala de grises, manos blancas rescatan. Una melodía se oye entre las paredes, casi inaudible. ¡¡Cállate!! ¡Destroza tus propios cimientos, déjame sola! Son tus garras las que me arañan por las noches... Es el negro el que vacía todo... Un agujero negro todo se lo lleva. ¿Cansada? Puede. Ya no sé ni lo que explico. No me sirve para nada responder preguntas estúpidas de gente como tú. El eje de abcisas quedó difuminado.
Rayos concéntricos despiertan mis oidos. Algo fino, blanco, sobre negro anima mi curiosidad. Tiempo atrás. El sonido ya no es sonido, las luces ya son misterio. Camino por recorrer se abre ante mí. Un marco de fotos cristalino da un vuelco ¿Sueño? Sí, es posible...
Y te pienso decir los errores perdidos, los años vencidos, recuerdo. Aprende de la desilusión... Aprende a mentir mejor. Las mentiras dejan de ser mentira en el momento que las reconoces. Conéctate a otra parte. Vacío es nada. Vacío es negro.
¿Un punto de apoyo? ¿Equilibrio soy yo? Ojos verdes, violeta. Punto de apoyo es ignoracia. Punto de apoyo es carpe diem, es lo que hay, fortuna, latín... ¿Soy un punto de apoyo para tí? Vacío es negro, no verde o 1074.
Todo lo que importa ya no importa. Es un tícket de la compra caducado. No sabía que los tickets tambien tuviesen fecha de caducidad... ¡¡Los años me importan una mierda!!
¿Nunca has sentido miedo cuando estás solo, en medio de la nada? ¿Cuando el reloj suena detrás de tu nuca, impidiéndote oir el resto de sonidos? Estamos rodeados. Ella me mira con sus ojos fijos, inalterables, pero cansados a su vez. Ella me mira desde su trono de princesa marrón, casi de piedra. Ella sonríe a pesar de todo, pero jamás se moverá.
Son estas palabras brutales las que atraviesan el alma como una lanza. Son tus palabras frágiles las que se acabarán llevando el viento y el recuerdo. Desilusión asoma a veces por el marco de la puerta, y me paro a saludar, como siempre he hecho, por no perder la costumbre. En el fondo, es buena persona, pero no sé por qué siempre me susurra las mismas cosas al oido...
¿Perdido? ¿De qué quieres que tenga miedo?
Son las luces las que me ciegan. Es un verde intenso, a ratos claro, a ratos oscuro, el que me obsesiona. Es negro sobre blanco, es tristeza. Es un dulce que se resiente en mi boca. Tengo la boca seca... Es mañana, Sol, acariciando mi cara, desilusión otra vez. 8 bizcochos, Pinocho. En preescolar no sabía escribir un 8. Ahora entro a las 8, tengo que aprenderlo. Es rutina, son recuerdos. Son cuchillas de afeitar. Son las 12:30, y me da lo mismo, a partir de ahora seré sincera. Siempre lo he sido, pero creo que no lo suficiente. Admito mi odio hacia todo, admito mi amor hacia todo. Soy incompatible a todo, soy una sombra entre las tinieblas, una más al fin y al cabo.
Blanco en tu borde, hay que recordarlo cuando ya no estés, musa. Blanco en tu borde, recortado. Pero si tu fondo es blanco, jamás podré verlo. balnco contra amarillo, marrón, eso no lo recuerdo. tengo memoria fotográfica, pero no tanto. Saqué notable, de eso sí me acuerdo, pero supongo que tú no, porque nunca lo supiste.
Chorradas que te cuento. Se amontonan en el pasamanos de una gastada barandilla. Todos se llevan con su sudor mis recuerdos. Todavía me acuerdo de tu nombre, pero del tuyo no. Tengo buena memoria, pero no tanta. Son palabras que se pierden, que el viento se las lleva, como las de cada día. Si no las escribo, las olvidaré, estoy segura. Recordaré tu mayor gilipollez, pero lo más importante será tinta china corrida.
Azulejos reflejan un destello rosa. Es como un flash. Nada importa ya, ¿no? No creo que te hayas dado cuenta...
Mañana, un día más. Mañana la tortilla de cada día. Algo especial puede que ocurra, pero la desilusión vino a hacerme una visita. Tomamos un café y charlamos. Quizá mañana se vaya de viaje otra vez, me prometió que a su vuelta, me traería un recuerdo y un vídeo de los paisajes. Nunca trae nada... ¿Dónde viaja la desilusión?
Mira más allá de tu mirada y dime qué eres capaz de ver. Yo ahora voy a cerrar mi ventana. Buenas noches.