Si cuatro mindundis pueden aspirar a poner en jaque de esta manera cualquier equilibrio, entonces no estamos sustentados en nada.
Y no es que lo que se cambie o lo que se deje de cambiar sea coherente o necesario, es que no cuenta con ningún consenso, y aún así tiramos p'alante. Nos gusta eso, lo queremos así... que cuatro gatos puedan cambiarlo todo. Y lo defendemos porque justo cambian lo que va acorde con mi ideología y mi forma de pensar.
El problema llegará cuando el que cambie las cosas sin tu permiso no piense como tu, y de hecho te haga dañito. Entonces tal vez, y solo tal vez, quienes apoyan estas formas de gestión se den cuenta de la equivocación de aplaudir que las cosas funcionen de esta manera.
...pero bueno, no estamos hechos para aprender de la historia, así que, ¿quien sabe que nos deparará el futuro?.