En Artifact cada sobre da 12 cartas, que sumado al hecho de que el juego parte con una colección de cartas más pequeña que la de otros TCG, hace que sea más común ir a "probar suerte" con una apertura de sobres antes que "tirar del camino fácil" (compra directa) para hacerse con una carta concreta.
En CS: GO las armas tienen un precio elevado porque hay pocas unidades. Al ser un elemento puramente estético pocos están dispuestos a pagar los ~2'20€ que cuesta abrir un contenedor, a sabiendas de que les puede caer un arma de solo 0'10€ antes que una de 10€. En Artifact es distinto, pues ahora las cartas importan, caras o baratas, además de que esta vez el público también es distinto y sabe que va a jugar a un TCG donde tiene que abrir sobres sí o sí. Eso hace que las cartas "legendarias" sean más comunes y haya más unidades de éstas que armas "extraordinarias" en CS: GO, y su precio no será tan alto. Claro que los primeros días el 'Mercado' de Steam estará desequilibrado, pero el precio no puede dispararse, salvo que el vendedor quiera comerselas con patatas, claro. Oferta y demanda...
No todo el sistema de Artifact es malo. Hay una cosa que a mí siempre me ha resultado curiosa desde que juego a CCGs como Hearthstone, y es que muchos les siguen llamando 'Trading Card Game' en lugar de 'Collectible Card Game', pero luego sí que lo traducen al castellano como Juego de Cartas "Coleccionables", "Contruibles" o "Crafteables". Me parece curioso porque tengo algún mazo del TCG de Harry Potter, de Wizards of the Coast, y tanto en las cajas como en los manuales de juego lo traducen como 'Juego de Cartas Intercambiables', directamente. Eso es precisamente la ventaja de Artifact: que es un TCG auténtico. Permite, no solo intercambiar cartas, sino que incluso -sobre el papel- podrías prestar tu mazo a un amigo, si Valve no lo regula. Eso, en comparación con lo visto hasta ahora, es una revolución considerable.
No creo que Artifact y Hearthstone compitan tanto como parece. Buscan un público distinto. Artifact es de pago porque es un TCG tradicional a más no poder. Esos 20€ son el equivalente a los 'Starter Deck' de toda la vida, y tiene un enfoque mucho más clásico. Además está destinado a un publico distinto. Ocurre lo mismo que ahora con Heroes of the Storm y Dota 2, que conviven en armonía porque, aunque ambos son MOBAs, a su vez no tienen nada que ver. Evidentemente Hearthstone perderá algo de público, pero poco puede hacer Blizzard ahí, puesto que muchos -como yo- no se irán porque Valve vaya a ser más generosa o algo similar, sino porque el estilo de juego de Artifact nos gusta más. No es una cuestión de dar más oro o más Polvos Arcanos, sino de que la única manera de retener a ese público es sacar un CCG nuevo o cambiar la jugabilidad de Hearthstone de arriba a abajo, cosa que no va a ocurrir (y con razón). No creo las cosas en Hearthstone cambien tanto como parece...