Bueno, por fin me paso por aquí a comentar un poco mis impresiones tras casi 30 horas de juego. No he entrado mucho para no hypearme ni spoilearme en exceso, pues apenas tengo tiempo para jugar últimamente, pero vamos, os he estado leyendo así de refilón xD y coincido en el entusiasmo generalizado que hay alrededor del juego. No es perfecto, hay cosas mejorables, pero globalmente es un producto que está a la altura de los mejores de los últimos tiempos.
Valoro especialmente que el juego vaya a más -en lo que yo llevo al menos-, superando unas primeras horas que me dejaron algo frío, para llegar a alcanzar momentos muy notables. Ya no es que sea un festín para los amantes de la saga y de los libros, es que como título de mundo abierto tiene una fuerza arrolladora por momentos. Los que me conocéis, sabéis de lo mucho que me gusta resaltar cuando un mundo tan basto como el que nos ocupa tiene vida propia, detalles que dan fuerza y vitalidad a su universo, que en su conjunto nos haga olvidar que al final estemos ante un puñado de scripts y eventos programados. Que aunque seamos los protagonistas indiscutibles de la función, tengamos la ilusión que no todo gira a nuestro alrededor y que el mundo sigue sus propias rutinas y quehaceres, con un montón de npc con sus propias vidas, problemas e historias varias. El llegar a cualquier pueblo y poder escuchar la conversación de dos aldeanos sobre lo que vieron trabajando en el campo o sus escarceos amorosos, el observar a unos críos jugar y/o siendo regañados por adultos o observar como los nobles aligeran el paso ante la lluvia... Y por supuesto, las mil y una anécdotas que cada usuario vivirá por separado, únicas de una partida a otra, que juntas ayudan a construir un relato bastante exacto de la grandeza del universo del juego. No sé, son detalles que aunque muchas veces vistos en otros juegos de corte similar, no dejan de dejar un buen sabor de boca cuando se implantan bien, y eso es algo de lo que no todos pueden presumir como TW3.
A eso hay que sumar que el nivel de las quests, pese a albergar dudas al respecto, me está convenciendo. Evidentemente, ante tal cantidad de contenido, es inevitable caer en alguna ocasión en sidequests menos inspiradas o cierta repetición de tareas sin demasiada gracia (la destrucción de nidos, por ejemplo, aunque a decir verdad tampoco molestan), pero vamos, la media es alta y cualquier recado sencillo al menos tiene un mínimo fondo argumental que le otorgue algo de sentido. Mención aparte se merecen las misiones de la trama principal, así como algunas de las secundarias: largas y con las suficientes ramificaciones como para pensar que estamos ante uno de los productos que mejor sabe tratar este apartado, sino el que más. Incluso los únicos coleccionables me están resultando de los más viciantes, con el dichoso juego de cartas de Gwent y la manía que tengo de hablar con todos los comerciantes solamente para ver si juegan. Muy bien allí, la verdad, pocos peros se me ocurren.
Y claro, después está el elenco de personajes, sobrados de carisma en los esperables (Geralt, Ciri, Triss y Yen, básicamente), pero patente incluso en varios de sus secundarios, como el Barón (cuya línea de quests me ha parecido deliciosa a rabiar). Vale que en las anteriores entregas ya brillaban, pero sorprende comprobar que saben mantener un respeto reverencial a la obra que "homenajean" y, a su vez, dotarle de su propia personalidad. A veces es fácil quedar sepultado en medio de un montón de contenido casi abrumador, pero carai, es que CD Projekt lo borda en este punto. Otros mundos abiertos partían de premisas argumentales muy buenas, o mundos igual de atractivos, pero a veces se perdía el contacto con sus personajes y nos interesaba muchísimo más lo que ocurría a su alrededor que a ellos mismos (¿eh, Watch Dogs? ¿eh, Inquisition?). En The Witcher eso no ocurre, pues el interés es muy parecido en ambos casos: las historias personales de los NPC son buenas, están bien construidas y tienes ganas de completarlas para saber qué es de ellos, pero en ningún momento he perdido el foco de lo que les ocurre a nuestros protagonistas. Eso cuesta mucho de conseguir y me alegro soberanamente que se haya logrado aquí. Así es mucho más fácil lograr que un juego sea inmersivo y deje huella.
Como decía al principio, sí que hay aspectos de diseño y técnicos algo más discutibles (el combate no es excesivamente brillante, algunas animaciones flojean, el crafteo tiene sus claroscuros...) pero, ¿qué importa cuando el resultado global es tan bueno y te deja con una sonrisa en la cara de satisfacción? Quizá cambio de opinión en lo que me falta (que supongo debe ser bastante, teniendo en cuenta que no me he movido de Velen/Novigrado aún), pero dadme más títulos que sean capaces de darme unas 30 horas iniciales semejantes.