Vaya carajo de vida, y algunos de mis amigos al pueblo. No entiendo qué tiene de divertido ir al mismo pueblo 10 años seguidos, además de que es un terruño de 5.000 habitantes como mucho. Muchas más opciones de ocio encuentras en la ciudad, aunque como todo en la vida acaba por ser aburrida. Menos mal que nuestro aburrimiento no puede destruir el mundo, como lo haría Suzumiya Haruhi