Rebotes y pataletas al margen, fruto de la frustración de perder una medalla por pequeños detalles, a mí la sensación que me está dejando España en estos Juegos es que ha tenido nivel para superar las 22 de Barcelona (me refiero lógicamente al número total de preseas. Los 13 oros aquellos no los vamos a volver a ver ni aunque participemos solos). ¿El problema? Que algunos de nuestros deportistas han demostrado ser mentalmente más blandos que la mierda de pavo. Es verse cerquita de las medallas y hacérselo encima a lo bestia.
Por lo tanto, está claro que esto no es un problema de aptitud, sino de actitud. Ahí hay trabajo por hacer de cara a Los Angeles.