Al final, como ya ha dicho alguno, las etiquetas sirven para que nos entendamos. La etiqueta metroidvania nos puede gustar más o menos pero todos entendemos que juegos nos encontramos con esa etiqueta. Desde hace relativamente poco leo la palabra Igavania y eso sí me parece una chorrada, ni Igarashi inventó nada ni aporta nada a la clasificación de los juegos.
Donde sí hay un problema es en la etiqueta aventura gráfica. Tiene un origen muy claro (cuando las aventuras de texto pasaron a controlarse en un entrorno gráfico y con ayuda del mouse) y como género tiene unas características únicas. Primero es que narración y mecánicas dependen una de otra directamente, otros géneros cogen unas mecánicas de juego y entremedio le ponen más o menos trama pero son como compartimentos separados.
Las aventuras narrativas, los walking simulators... eso no son del mismo género pero se confunden muchas veces.
Luego están los pasapuzzles con historia como los Layton que tampoco lo son, sus puzzles no crean contexto ni afectan a la historia, simplemente sigue avanzando cuando los superas.
Otra etiqueta que está empezando a perder su efectividad es roguelike, juegos que no tienen turnos, que a veces ni permadeath, donde conservas ciertas mejoreas y atributos cuando mueres y con mecánicas mucho más cercanas al shooter, por ejemplo. Existe la etiqueta roguelite pero se acaba llamando roguelike a cualquier juego que genera escenarios o enemigos de forma aleatoria, procedimental o como se llame.
No me preocupa tanto la proliferación de etiquetas (aunque a veces me pierdo con tanto subgénero moderno) como el mal uso y la confusión que eso genera a veces.