En contestación a la pregunta, diría que ambas. La libertad de expresión implica "invadir" esferas íntimas o personales, que a muchos, lógicamente, le parecerán una ofensa. Por ejemplo, creo que en siglo XXI seguir creyendo en la religión, sus ritos, supersticiones, me parece de una mente atrasada al menos un siglo. Ojo, no digo Dios, creo que es una faceta del ser inteligente buscar respuestas a Dios, pero no las burdamente preestablecidas por las religiones. Esto es libertad de expresión, pero seguro que estaré ofendiendo a más de un católico apostólico, protestante o judío con mis pensamientos.
En este caso que nos ocupa, yo me siento totalmente apátrida, por lo que me parece igual de irracional e infantil defender a España, que defender a Cataluña o el País Vasco. Nunca me podré sentir identificado con un cacho de tela y unos colores. Por tanto, que piten a uno u otro himno me da totalmente igual, porque no me afecta. No invade ninguna esfera privada mía que considere valiosa. En cambio, si escuchase una crítica, yo que sé, que los que leen libros son aburridos, y si me afecta personalmente, consideraré que es una falta de respeto y que deberían censurarlo, y estaré, por tanto, limitando su libertad de expresión. Es decir, somos muy volubles e hipócritas en este aspecto, defenderemos a capa y espada la libertad de expresión cuando nos interese, seremos los más ofendidos y dolidos cuando también toque, censurando la libertad de expresión del otro.
En definitiva, se ha luchado mucho para que pueda haber libertad de expresión, y me parece una aberración querer anteponer un himno nacional a ésta. ¿Que a muchos os jode? Pues es lo que hay, en otras tantas ofenderéis ustedes a los demás con vuestras acciones o pensamientos. El patriótico se sentirá ofendido, pero luego querrá estar en su derecho de criticar y expresar sus ideas acerca de la inmigración. Siempre, y repito, siempre, debe ganar la libertad de expresión. Se escucharán muchas burradas por el camino, es obvio, pero estaremos seguros de no desechar nunca una idea brillante.